Las vacunas que demuestren ser «inmunogénicas y seguras» y que sean aprobadas se podrán aplicar a la población sin problemas, coincidieron especialistas durante un encuentro virtual de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI).
Las vacunas que demuestren ser «inmunogénicas y seguras» y que sean aprobadas por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) se podrán aplicar a la población «sin temores», coincidieron especialistas durante un encuentro virtual de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI).
«Si la Anmat no me asegura que esa vacuna es segura y efectiva no me la aplico. Si Anmat dice que corresponde, yo me la voy a aplicar», dijo Pedro Cahn, uno de los panelistas del webinar organizado por la SADI.
El director científico de la Fundación Huésped afirmó que «nadie va a exponer a nadie a algo que no se esté seguro, vaya a ser más ventajoso que riesgoso para quien lo vaya a recibir».
El infectólogo explicó que además de la Anmat, a la que definió como «una institución de altísimo prestigio no sólo en la Argentina sino también fuera de la Argentina», hay otra instancia en el área de vacunas que es la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn), «un organismo independiente que asesora al Ministerio de Salud».
El organismo oficial está integrado por un grupo de profesionales especializados, coordinado por la médica Mirta Roses y «asesora en todos los planes de vacunas», añadió.
Ricardo Rüttimann, director de Vacunas de la SADI que también participó del encuentro virtual, señaló que «el hecho de que el organismo (la Anmat) esté en estos momentos en Rusia para inspeccionar cómo es la planta de elaboración de la vacuna Sputnik, cómo se fabrica, si cumple o no con los lineamientos de manufactura, genera confianza».
«Finalmente va a poner el sello que diga ‘aprobado por Anmat’ y a partir de ahí nos vamos a poder vacunar», sostuvo Rüttimann.
El gobierno argentino ya firmó acuerdos para la adquisición de vacunas con el laboratorio AstraZeneca y con Rusia por la Sputnik V y mantiene negociaciones con Pfizer, Sinopharma, Sinovac y Janssen, todas con ensayos clínicos en fase 3 de investigación, algunas de las cuales ya presentaron resultados de eficacia y seguridad.
Además, el país obtendrá 9 millones de dosis a través del Covax (mecanismo de compra colectiva impulsado por la OMS), que llegarían a partir de fines de febrero.
En el caso de las vacunas de AstraZeneca, Pfizer y Janssen, se realizan estudios clínicos en el país.
Florencia Cahn, presidenta de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE), la tercera disertante del webinar de la SADI, recordó que «no hace ni un año que se descubrió el virus SARS-Cov2» y aseguró que «poquitos meses después de que se publicó el código genético del virus empezaron los estudios de investigación de vacunas y más o menos a mitad de año se iniciaron los estudios de Fase 3» en humanos.
«Todo se dio con un ritmo muy vertiginoso, muy rápidamente, pero sin por ello saltear ninguna de las fases de la investigación y esta es una de las cosas que siempre tenemos que rescatar», subrayó.
«No hay vacunas de primera y vacunas de segunda. La evidencia científica está o no está»
FLORENCIA CAHN
La infectóloga explicó que muchas veces la gente se pregunta ¿por qué si hay otras vacunas que tardan tanto tiempo en estudiarse esto fue tan rápido?.
«Fue rápido porque estamos en una pandemia y porque hay una circulación intensa del virus y eso permite poder estudiar vacunas para un virus que está circulando», respondió.
A su turno, Rüttimann precisó que «estamos todo el tiempo en ese balance en el que nos falta tiempo y necesitamos hacer ciencia con cierto tiempo. Pero hoy lo que no tenemos en esta pandemia es precisamente el tiempo».
Al referirse a las vacunas que ya presentaron resultados de fase 3, Pedro Cahn destacó que «pese a ser distintas y tener plataformas diferentes, algunas llegaron a resultados muy similares, (con eficacia) superior al 90 o 95%, lo cual indica que definitivamente estamos en la buena senda».
Sobre el debate en torno a las vacunas candidatas más avanzadas por sus resultados preliminares, los especialistas coincidieron que «hablamos de la vacuna de Pfizer y no decimos ‘la vacuna norteamericana’, hablamos de la vacuna de AztraZeneca y no decimos ‘la vacuna británica’ y en cambio hablamos de la ‘vacuna rusa’ y la ‘vacuna china'».
«No hay vacunas de primera y vacunas de segunda. La evidencia científica está o no está. Los estudios de Fase 1 y Fase 2 son los que le permiten a una vacuna pasar a la Fase 3 y los estudios de Fase 3 son los que le permiten a una vacuna ser aprobada en cualquier lugar del planeta», aseguró Florencia Cahn.
Al respecto, insistió: «Esta idea que circula que si una vacuna es de origen estadounidense necesariamente es mejor que si una vacuna es de Rusia o de China es tan errada como discriminatoria y xenofóbica».
Los especialistas fueron consultados sobre la controversia de los últimos días acerca de la eficacia de la Sputnik V en los adultos mayores de 60 años, ya que los resultados de la inmunización en esa franja etaria se presentarán en los próximos días.
«No necesariamente tengo que esperar eficacia en mayores de 60 para administrar la vacuna en personas de ese grupo etario. Yo sólo necesito saber que la vacuna es inmunogénica y segura y que está aprobada para esa indicación», indicó el director de Vacunas de la SADI.
Dos temas que preocupan a los especialistas fueron puestos sobre la mesa del encuentro: la politización de la pandemia y las falsas noticias que generan alarma y temor en la población.
Pedro Cahn hizo un llamado para que la pandemia quede afuera de las discusiones en 2021, año electoral. «Por favor dejemos la pandemia y la posible solución de la pandemia que es la vacuna, fuera de la agenda política», pidió el infectólogo.
Con respecto al operativo de vacunación, Florencia Cahn afirmó que «no vamos a tener la vacuna en un vacunatorio privado o en una farmacia; va a ser distribuida por el Estado Nacional de manera equitativa para todos aquellos que forman parte de los grupos que tienen que recibirla. De ahí la necesidad de seguir cuidándonos y retrasar la segunda ola o que no aparezca».(Fuente:Telam/ Por Ana María Woites)