El dato surge de un trabajo del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec).
Sólo una de cada cuatro personas con la categoría de “Investigador Superior” en el Conicet son mujeres, según una investigación realizada por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), que advierte sobre esa cifra a pesar de que en la base de la carrera el porcentaje femenino es superior al de los hombres.
El informe, que fue presentado presentado hoy durante la entrega de la nueva edición del Premio Nacional L’Oréal-Unesco, señala que “al observar las categorías de investigadores del Conicet, las mujeres son mayoría en los niveles iniciales y van reduciendo su participación a medida que la categoría es superior: representan el 61,3% de los investigadores asistentes, pero el 25% de los investigadores superiores”.
“Si bien aumentó dos puntos respecto al año anterior, que representaban un 23%, demuestra que todavía queda mucho camino por recorrer”, señaló Paula Szenkman, la investigadora asociada de Protección Social de Cipecc que estuvo a cargo de la investigación.
El estudio sobre la brecha de género en la ciencia indica además que en términos de puestos de liderazgo, casi el 90% de las autoridades integrantes del Consejo Interinstitucional de Ciencia y Tecnología fueron varones en 2017, así como el 89% de los rectores en universidades y el 73% de Secretarios de Ciencia y Tecnología (o equivalentes).
En el mundo, la falta de paridad se mantiene más o menos igual, ya que sólo el 27% de los trabajadores en el sector de software y tecnologías de la información son mujeres y menos del 20% tienen roles de liderazgo.
En relación a las start-ups, aquellas que son creadas por mujeres reciben 23% menos de financiamiento.
“La subrepresentación de mujeres en el ámbito de la ciencia y la tecnología se debe a múltiples barreras que se presentan desde la niñez y a lo largo de la trayectoria formativa y laboral; y la poca visibilidad de aquellas mujeres que se desempeñan en estas áreas refuerza los sesgos de género respecto a lo que las mujeres pueden o no hacer, reatroalimentando así un círculo vicioso de las mujeres en CTIM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas)”, señaló Szenkman.
La investigadora remarcó el impacto de la “femenización de las tareas de cuidado” en esta desigualdad, “sobre todo en los momentos en los que comienza la definición de las especializaciones o no es posible delegar el trabajo de investigación”.
Menos recursos
Otro dato del relevamiento es que si bien las mujeres recibieron el 60% de las becas financiadas por el Conicet en 2018 (e incluso el 50% en campos de menor representación femenina como las ciencias exactas y naturales), las investigadoras que dirigen proyectos científicos reciben en términos generales un 25% menos recursos que sus colegas varones.
Además publican menos artículos en revistas de calidad y visibilidad nacional e internacional, una subrepresentación que también se observa en el ámbito privado en la Argentina donde sólo el 26% de las investigadoras son mujeres.
En cuanto a la formación, el documento del Cippec relevó que aunque seis de cada 10 estudiantes universitarias son mujeres, ellas representan el 25% de quienes estudian ingeniería y ciencias aplicadas; y sólo uno de cada 10 estudiantes de Ciencias de la Computación en la Universidad de Buenos Aires son mujeres.
En este contexto, L ́Oréal Argentina lanzó una campaña llamada “Estereotipas” que busca visibilizar la desigualdad de género en el ámbito científico a partir de estos datos obtenidos.
Las piezas de comunicación que se podrán encontrar en vía pública, gráfica y digital toman la expresión “Estereotipas” como una forma de captar la atención de las audiencias y difunden datos relevantes que se desprenden de esta investigación. (DIB) MCH