En una mesa al aire libre de un restaurante en Campana cuya especialidad son las pastas, un grupo de dirigentes de Pro bonaerense hablaban el martes pasado sobre el futuro electoral inmediato. «María Eugenia Vidal tiene que encabezar la lista de diputados. Ordena y pospone las peleas para 2023″, coincidieron mientras almorzaban el exministro de Producción y amigo de Mauricio Macri Francisco Cabrera; el intendente de Vicente López, Jorge Macri, y su operador todoterreno César «Tuta» Torres; el intendente de Campana, Sebastián Abella, y su jefe de Gabinete, el exembajador en México Ezequiel Sabor.
Tanto Cabrera -quien opera en las sombras y no tanto para su amigo expresidente- como el intendente de Vicente López creen que una candidatura a diputada de Vidal –que no confirma ni desmiente su interés en volver a ser candidata – le pondría un rival de fuste al Gobierno, que apunta a un triunfo en el distrito más poblado del país, y de paso resolvería las tensiones entre quienes pretenden suceder a Axel Kicillof en el hoy lejano 2023: el hoy vicejefe de gobierno porteño, Diego Santilli; el propio Jorge Macri; algún representante aún no definido de la UCR, y el extitular de la Cámara baja Emilio Monzó, que también fue tema de conversación. «Mauricio estaba muy enojado. Considera que Emilio se cree más de lo que es», contó por lo bajo un dirigente de Pro con detalles sobre la jugosa mesa política macrista.
¿Qué piensa Vidal? En sus escasas apariciones públicas y por Zoom, la exgobernadora sigue apelando a la necesidad de una autocrítica opositora, enrolada en el sector dialoguista («pero no blanda», aclara) que lidera Horacio Rodríguez Larreta. Precavida, y «sin necesidad de exponerse», se niega a definir si se postulará en la provincia o la ciudad. Según dijo en un reciente coloquio del IAEF, «es como hacerme elegir entre la familia de origen y la que formé de grande». Un misterio que alimenta la propia exmandataria y que en Juntos por el Cambio intentarán develar lo antes posible.
Mayans acusó de «flojo» al Presidente y le contestó un kirchnerista
Luciendo el traje ultracristinista que ya es su marca registrada en el Senado, el legislador formoseño José Mayans sorprendió el jueves al calificar de «flojo» a Alberto Fernández. Lo definió de ese modo porque -según su visión- «el Presidente le descontó (a la ciudad) un punto de algo ilegítimo, cuando eran los dos puntos», en referencia a la masa de la coparticipación federal.
La respuesta a Mayans llegó, vías redes sociales, desde el propio kirchnerismo. El exdiputado rionegrino Osvaldo Nemirovsci acusó al senador de «faltarle el respeto» al Presidente, y aunque su tuit desapareció de las redes a las pocas horas, quedó clara su molestia con la «canchereada» de Mayans, que en la misma sesión acusó sin despeinarse a los senadores opositores de «rascarse» durante el gobierno de Mauricio Macri.
Al día siguiente del tuit contra Mayans, que recibe respaldos virtuales cada vez que le pega a la oposición, Nemirovsci subió a las redes una foto con Néstor Kirchner, por el que dijo sentir «afecto, admiración y respeto». Tal vez fue otra manera de diferenciarse de los modos menos diplomáticos del senador formoseño que responde al eterno gobernador Gildo Insfrán.
Un nuevo Alberto suena como heredero en San Luis
El apellido Rodríguez Saá, se sabe, es sinónimo de poder en San Luis. A los cinco mandatos consecutivos de Adolfo Rodríguez Saá (1983-2001) les siguieron casi sin interrupciones los años de su hermano Alberto, que transcurre su cuarto período de gestión al frente de la provincia. Enemistado con su hermano senador, el mandatario apuntala la carrera política de uno de sus hijos, también llamado Alberto, que actualmente ocupa la Secretaría General de la Gobernación y que el martes fue propuesto como apoderado del Congreso del PJ, que elegirá en diciembre nuevas autoridades y que tiene lista única, encabezada por María Angélica Torrontegui, exministra e incondicional de Alberto padre.
Desde la oposición critican al joven heredero, que sostiene un muy bajo perfil público. Aseguran que «no tiene vocación política» y que su verdadero interés está en la actividad agropecuaria y la cría de caballos. ¿Será candidato a gobernador? En el oficialismo aplauden y se entusiasman con la posibilidad, aunque desde la oposición sospechan que será el gobernador -actualmente en su casa por prevención de eventual contagio de coronavirus- quien intentará quedarse otros cuatro años en el poder.
(Fuente: La Nación Por: Jaime Rosemberg )