En su primera visita al máximo tribunal, que duró unos 30 minutos, el ministro denunció vínculos del poder judicial con el macrismo.
El ministro de Justicia, Martín Soria, se reunió este martes por primera vez con los jueces de la Corte Suprema y a la salida cuestionó la lentitud del máximo tribunal para algunos fallos, cuestionó al poder judicial en general y denunció vínculos con el macrismo.
“Expresé mi preocupación por la gravedad institucional a la que llegó la Justicia en los últimos 5 años, consecuencia directa de la Mesa Judicial que conformó el Gobierno anterior para presionar jueces”, lanzó Soria, quien estuvo algo más de media hora reunido con los cuatro jueces del alto tribunal: Horacio Rosatti, el presidente, y los ministros Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti.
Sin eufemismos, también apuntó contra la propia Corte que, dijo, “tiene una crisis de funcionamiento que atenta contra su legitimidad”. Tras asegurar que se necesita una justicia ágil, que se ocupe de los problemas que les preocupan a todos los argentinos, señaló: “La Corte retrasa durante años fallos de enorme trascendencia social, como el caso Blaquier o como hace ahora con el caso Maldonado. Mientras tanto, resuelve en tiempo récord fallos que solo son urgentes para la corporación judicial, como el caso de los jueces Bruglia y Bertuzzi. La Corte tiene la posibilidad y la responsabilidad institucional de establecer plazos máximos para resolver, más aún cuando esta Corte resuelve más del 70% de los casos sin dar fundamentos”.
A través de un comunicado publicado en la página oficial del Gobierno, se aportaron detalles de la reunión que se realizó en el cuarto piso del Palacio de Justicia, en el Salón de los Embajadores. “El ministro Soria recordó que durante el gobierno de Macri se conformó una mesa judicial del Poder Ejecutivo que influía ilegalmente en la administración de justicia, se llevaban a cabo visitas obscenas entre funcionarios judiciales y las máximas autoridades del ejecutivo en la Casa Rosada y en la Quinta de Olivos, y se desplegó un sistema de espionaje ilegal con participación de jueces y fiscales inédito en nuestra historia. Todo ello, con el objetivo de llevar a cabo una persecución de dirigentes políticos sin precedentes”, se agregó.
También se informó que Soria le entregó a los jueces un pedido de informes presentado por organismos de las Naciones Unidas que señala la “profunda preocupación por la ostensible demora en que viene incurriendo la Corte Suprema en resolver las causas de lesa humanidad”. Asimismo, recuerda que esas demoras “contravienen las obligaciones internacionales del Estado argentino” y “debilitan el estado de derecho”.
Esta cumbre se produjo a horas de que el Gobierno anunciara el envío al Congreso de un proyecto de reforma del Consejo de la Magistratura para pasar de 13 a 17 el número de integrantes. Con este proyecto, el Gobierno busca anticiparse a una resolución de la Corte que, según trascendió, podría dejar sin efecto la reforma realizada en 2006, que sostiene la estructura actual de ese cuerpo y podría ser declarada inconstitucional. Sobre esto, Soria criticó la “llamativa anticipación mediática de futuros fallos judiciales, tanto de la Corte como de los tribunales inferiores”.
“El Congreso puede sancionar todas las leyes que sean necesarias para reformar la justicia pero, si en última instancia, la Corte no tiene la voluntad y el compromiso de aplicarlas, seguiremos en la misma situación”, agregó el ministro, y completó: “Necesitamos una justicia ágil, que trabaje de cara a la gente, con perspectiva de género y que se ocupe de los problemas que le preocupan al pueblo, que lamentablemente dejó de confiar en la Justicia como una institución capaz de responderle a sus demandas”. (DIB) FD