La temporada de verano es el momento más esperado por los amantes del mar que eligen pasar su días de descanso en la playas de la Costa Bonaerense. Los viejos álbumes de fotos guardan imágenes borrosas de los años de la infancia disfrutando del sol o jugando en la arena. El cine argentino hizo de esas playas el escenario de muchas de sus películas en la década del 80. Pero en esas películas y esas fotos no se veía la basura que se observa ahora. Tampoco se sabía del impacto letal que causan los plásticos y microplásticos en las aguas y sus habitantes.
Desde hace una década, al menos, las fotos en las playas no son las mismas. Según el tercer Censo de Basura Costero (realizado en septiembre pasado) el 82% de los residuos inorgánicos encontrados sobre las arenas de la Costa Bonaerense correspondió a plásticos y dentro de ese porcentaje se detectaron bolsas plásticas, restos de nylon, tapitas y botellas plásticas, entre otros.
A nivel mundial se arrojan 200 kilos de plástico al océano por segundo y la Argentina ocupa el puesto 28° en la escala de países contaminadores.
El informe se realizó luego de limpiar y censar los residuos de 813.554 metros cuadrados de playa en 16 localidades de la costa de la provincia de Buenos Aires, entre ellas Bahía Blanca, Claromecó, Mar del Plata, Necochea, Punta Lara, San Clemente, Santa Teresita y Villa Gesell.
El plástico es un material compuesto por resinas, proteínas y otras sustancias que lo hacen fácil de ser manipulado y tiene la virtud de cambiar de forma de manera permanente dependiendo de la compresión y temperatura. Es resistente (desaparecer le lleva años) y liviano, por lo que se lo eligió para hacer una infinidad de productos, desde una botella de gaseosa hasta un juego de muebles para el jardín.
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