La Topolina de Esteban Fourquet
Una Lambretta 125 LD modelo 1957, propiedad del chascomunense Esteban Fourquet, fue elegida Moto del Mes en enero de 2018 en el encuentro mensual que el CLUB SIAMBRETTA BUENOS AIRES lleva a cabo en el Parque Irigoyen del partido de General San Martín.
Se trata de una moto que viene como herencia de familia y con una mochila de recuerdos hermosos, que el Fachita, como bien se conoce al ex tenista devenido hace mucho tiempo en timonel, relató en nota con el sitio del CSBA.
La historia de esta Lambretta 57 arrancó con el abuelo del actual propietario, el Tata Lito Cavenaghi, siguió con su padre, Pichón Fourquet, para terminar en Esteban, tres generaciones de la misma familia y una motoneta en común.
“Pensar que esta moto dormía a la intemperie, sin ningún cuidado… y ahora nada que ver. En un orden de prioridades, después de mi novia sigue la moto”, aseguró este loco apasionado por su máquina con rodado 8 y motor de dos tiempos, LA TOPOLINA.
Seguidamente, Esteban, de 41 años y miembro del CSBA desde el año 2011, comentó que la moto fue comprada por su abuelo materno en Chascomús… Varias caídas en poco tiempo le sacaron a Don Lito las ganas de andar en moto, y como herencia natural, la misma pasó a manos del papá del Fachita, quien era profesor de educación física del pueblo, por lo que todo el pueblo conocía tanto a la motoneta como a su padre.
Y fue en la niñez del dueño de la Lambretta 57 donde, como sin darse cuenta, comenzó a relacionarse con LA TOPOLINA, dado que su papá lo llevaba en la motoneta a la Colonia de Vacaciones donde trabajaba como profe, la del Club Atlético Chascomús, y Esteban pasaba sus veranos.
Una anécdota increíble es que un día, terminado el horario de la Colonia, quedaban varios chicos a los que sus padres no habían venido a buscar y Pichón, decidió llevarlos a cada uno de ellos a sus casas… sin preocuparse por la cantidad. Eran seis chicos (siiii…. seis!!!) y el papá de Esteban arriba de la Lambretta!!!
Hoy el Fachita se acuerda de la anécdota y se ríe, diciéndonos que la motoneta se convirtió por un día en transporte escolar.
Con Esteban ya crecido, contó que la moto siempre fue atendida por un mecánico en Chascomús, pero que él no lograba saber cuál era el estado real de la mecánica de la moto. Fue así que un día dando la vuelta a la laguna, se le agarró el motor y se clavó el pistón. Al llevársela al mecánico de toda la vida, este le sugirió que visite la página del CLUB SIAMBRETTA BUENOS AIRES, donde figuraban dos publicidades de mecánicos especializados en Siambrettas…Se trataba de Pablo Pastor y Ricardo Benito, dos magos en esto de mantener vivas estas joyas.
Así fue que Fourquet contactó a Ricardo y algunos días más tarde, LA TOPOLINA esperaba le devolviesen la vida en el taller de Villa Bosch.
En el mientras tanto, a través de un gestor conocido, el Fachita aprovechó para reempadronar la moto, dado que la documentación original había sido extraviada. Y como suele pasar también, ante el impasse que demandó el trabajo en la parte mecánica, Esteban y su papá decidieron también encarar la restauración de la parte estética de la moto. Así vino la chapa y pintura, la compra de accesorios en el exterior, las gomas nuevas y la parte eléctrica, todo asesorado y bajo el monitoreo de Ricky.
En mayo de 2011, la motoneta volvió a las pistas y fue el mismo Ricky, el mecánico, quien lo invitó a sumarse al club…Hoy Esteban vive en Palermo y usa la Lambretta 57 con frecuencia. Y comenta que lo lindo es eso… usarla! Los paseos, las salidas a la ruta, la gente que te saluda o te para por la calle para felicitarte…Fuente: CSBA
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