Los establecimientos educativos recibieron un mail donde se advertía que había artefactos explosivos en los respectivos edificios; los alumnos fueron evacuados.
Al menos una decena de colegios privados de la provincia de Buenos Aires y otros tantos de la capital federal recibieron este martes por la mañana una amenaza de bomba a través de un mail y tuvieron que ser evacuados.
Algunos de los establecimientos fueron el Colegio William Caxton y el Northlands en Olivos, la Goethe Schule de Boulogne, la escuela San Andrés, el Colegio Florence Nightingale de Acassuso, St. John’s, el Northlands, el Colegio Tarbut y el Colegio Baica en San Fernando. También en lomas de Zamora y Quilmes hubo mensajes en ese sentido.
Entre los colegios porteños que recibieron las amenazas se encontraron el Villa Devoto School, la Escuela Italiana Cristóforo Colombo, el Nightingale School (Instituto de inglés) y el Colegio San Mateo.
Según fuentes judiciales, a las instituciones les llegó el mensaje a través de un usuario del tipo proton mail, que es un sistema de correo electrónico cifrado. Los colegios fueron evacuados y, en cada caso, las autoridades municipales y policiales activaron los protocolos correspondientes. Por ahora, todos los rastrillajes dieron resultado negativo.
El mensaje que recibieron las escuelas esta mañana fue el siguiente: “Siempre hemos esperado este día. La podredumbre viene literalmente de todas partes. Cada año hay muchos ataques a escuelas en todo el mundo, una respuesta a una sociedad podrida. Creado desde el nacimiento del hombre, la esencia misma del mal. La escuela hace esclavos perfectos. Intentaste hacernos tan insignificantes como tú. Siempre pensamos en el día en que decidimos salir de las sombras”.
En la última parte, el mensaje hacía referencia al ataque de Belgrado de la semana pasada, cuando un adolescente mató a ocho alumnos y un guardia de seguridad en una escuela primaria de Serbia. El agresor, identificado como Kosta Kecmanovic, era alumno de la institución y fue detenido en el patio del colegio Vladislav Ribnikar.
“Tras conocer el tiroteo en Belgrado, valiente guerrero de 13 años, el odio ya no se puede contener. Todo lo que sentirás antes de morir son fragmentos que perforan tu cuerpo. El olor de las balas de plomo que te dispararon. El sonido de un disparo será una larga vida para ti. Te quemaremos en queroseno. Ahogados en sangre. Somos el comienzo de tu doloroso final”, cierra. (DIB)