Vialidad: Luciani pidió rechazar la recusación de CFK y ella apartar a otro juez

El fiscal dijo que el hecho de ser amigo de fiscales y jueces, o incluso de los defensores, no es causal de recusación. Además, negó amistad con el juez Giménez Uriburu, otro recusado por la vicepresidenta. La defensa apuntó contra ambos por haber jugado un campeonato de fútbol en la quinta Los Abrojos, del expresidente Macri y pidió apartar también al juez Gorini por haberse reunido con Patricia Bullrich.

Los fiscales de juicio Diego Luciani y Sergio Mola pidieron que sea rechazada la recusación en su contra de Cristina Kirchner, a raíz de que jugó un partido de fútbol con uno de los jueces del Tribunal en la quinta Los Abrojos, del expresidente Mauricio Macri.  A su vez, la vicepresidenta avanzó con un pedido de apartar a otro juez que interviene en la causa -Jorge Gorini- por haberse reunido en dos oportunidades con Patricia Bullrich cuando era ministra.

“Hay una campaña para debilitarme psicológicamente”, dijo Luciani al inicio de la audiencia e hoy, en la que pidió que la recusación planteada por la vicepresidenta in limine. El funcionario dijo que el hecho de ser amigo entre fiscales y jueces, o incluso los defensores no son causales. Además, negó amistad con el juez Rodrigo Giménez Uriburu, integrante del Tribunal 2, el otro recusado por la vicepresidenta.

“El hecho de compartir una cátedra, ser socio de un club, no implica que se afecte la objetividad de las personas que están en ese grupo”, aclaró.

“He tenido actividades académicas con jueces, fiscales, con integrantes del Poder Ejecutivo”, justificó y añadió que “allá por 2010 compartí una de ellas con Juan Martín Mena (hoy número dos del Ministerio de Justicia)”.

Incluso, Luciani habló que conoció al ministro de Justicia, Martín Soria, y que tuvo relaciones con autoridades por la preocupación por los delitos de la trata de personas.

Mientras, la Vicepresidenta recusó a través de su bofado Carlos Berarldi al juez Gorini, por haberse reunido en dos oportunidades con la ex ministra de Seguridad durante el gobierno de Cambiemos, Patricia Bullrich.

Beraldi dijo que esa recusación debe ser analizada en conjunto con la de Gorini y Mola. El abogado defensor  pidió hacer uso de la palabra apenas iniciada la audiencia, a las 830, y además de remarcar que en su alegato demostrará que las acusaciones contra la Vicepresidenta “no son ciertas”, recusó al juez Gorini ante una publicación del diario Página 12 que dio cuenta de visitas del magistrado a la exministra de Seguridad del macrismo, Patricia Bullrich.

Tras escuchar a los abogados de otros acusados, Beraldi volvió a solicitar la palabra para pedir “expresamente” que las recusaciones se resuelvan de manera conjunta y queden a cargo de un “tribunal independiente”.

“No se trata de hechos independientes, es una secuencia. El fiscal es amigo del juez, van a jugar a la quinta del expresidente Mauricio Macri y, en definitiva, es un gobierno que durante muchos años demostró injerencia directa sobre el aparato de administración de justicia”, enumeró.

Ahora se conoce “que el otro fiscal (Mola) ha tenido visitas a Casa de Gobierno y a su jura fueron los más altos funcionarios y a eso le sumamos reuniones en el Ministerio de Seguridad, a las que concurren los magistrados”.

“Creo que estamos ante una situación realmente muy grave que debe ser analizada en su conjunto. Todo esto ha herido de muerte la credibilidad de este juicio”, concluyó Beraldi.

Ante ello, estimó que las recusaciones deberían ser “resueltas de manera favorable por un tribunal independiente”.

Beraldi anticipó que, en caso de rechazo, recurrirá a Tribunales superiores nacionales “que tanto compromiso con este sistema deteriorado” mostraron y además a “instancias internacionales”.

Al inicio de la audiencia, el abogado aseguró que, con los pedidos de apartamiento del fiscal Luciani, del Giménez Uriburu y ahora de Gorini, busca “garantizar que el juicio se desarrolle conforme a las reglas del debido proceso legal” y aseguró: “No hay otro propósito”.

Además, enmarcó lo ocurrido en un “telón de fondo como son las interferencias permanentes y sistemáticas que se hicieron desde le gobierno de Mauricio Macri en la justicia”.

“Es falso absolutamente decir que con una recusación uno no quiere contestar los cargos. Ya vamos a demostrar en el alegato que las imputaciones que se están efectuado en esta causa con tanto énfasis, no son ciertas”, sostuvo.

El abogado de la Vicepresidenta recusó a Gorini a raíz de una publicación del diario Página/12 en la cual se informó de encuentros del juez con la entonces ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, durante el macrismo, a los que también asistió Gimenez Uriburu.

En esa publicación se alude a dos reuniones en el Ministerio de Seguridad, la última de las cuales -en 2018- se llevó adelante cuando el Tribunal Oral Federal 2 ya había abierto la etapa de presentación de pruebas en este juicio.

Beraldi amplió la recusación a Giménez Uriburu y Gorini por estas reuniones en el Ministerio de Seguridad y Gorini respondió de inmediato en la audiencia, al sostener que uno de esos encuentros tuvo que ver con la difusión de fotos “en pijama” del exvicepresidente Amado Boudou el día de su detención.

Gorini explicó verbalmente las razones de sus visitas a Patricia Bullrich. Sobre la primera reunión, sostuvo que “se habían difundido imágenes del ex vicepresidente Amado Boudou en pijamas al momento de su detención”.

“Ante la inminencia de que (ante un pronunciamiento de la Corte) hubiera que detener a los condenados por la Tragedia de Once, solicité una visita a la ministra para que no ocurriera lo que había ocurrido y trascendieran fotografías de los detenidos en esas condiciones. Aquí hay abogados que intervinieron en ese proceso y pueden dar fe que no ha trascendido ninguna imagen de esas personas en el momento de la detención”, reivindicó Gorini.

Sobre la segunda reunión, justificó que había sufrido un “hecho de inseguridad muy sugestivo” en su propia contra, “con motivo” de su participación en la causa por presunto encubrimiento del atentado contra la AMIA.

Por ello, había pedido medidas de seguridad a la ministra de Seguridad del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, María Teresa Rodríguez.

“Cuando se produjo la transferencia de la Policía Federal eso quedó medio en el aire. Me reuní con la ministra (Bullrich) para que se mantuviera el dispositivo de seguridad. Y esta fue la motivación de ese encuentro”, indicó Gorini. (DIB)