Vicentin: las razones del Gobierno para frenar la expropiación y abrazar el «plan Perotti»

Alberto Fernández fue soltando la cuerda muy de a poco. Mientras crecía el descontento en el campo por el anuncio de la expropiación de Vicentin y mientras distintos actores políticos -inclusive de sus propias filas- empujaban una salida negociada, el Presidente se mostró más flexible para buscar una opción intermedia. Una alternativa que lograra aplacar clima de crispación social que se encendió en la provincia de Santa Fe y que le permitiera ganar en consenso político.

Ya cuando promediaba esta semana, en Olivos habían cedido con parte del plan original. Se mostraron predispuestos a que, en lugar de que YPF Agro se quedara con el control del 100% de la cerealera -como había anunciado el Presidente once días atrás-, el control de Vicentin quedara en manos de una asociación público-privada.

Hoy se produjo el segundo giro. Al filo de un banderazo en Santa Fe, en Olivos accedieron a desatar el segundo nudo: el de la expropiación. Porque si el formato de empresa mixta había acercado posiciones, todavía faltaba acordar la mecánica.

Finalmente, hoy el Presidente aceptó la vía que propuso el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, y el PJ no kirchnerista (además de otros legisladores opositores) para buscar una salida en el marco del concurso de acreedores que tramita el juez civil y comercial de Reconquista Fabián Lorenzini.

Fue así como, tras el fallo que apartó a los interventores nacionales (que poco sorprendió en Olivos), la provincia de Santa Fe le solicitó a Lorenzini un nuevo pedido de intervención. Esta vez, el requerimiento judicial fue de la Inspección General de Personas Jurídicas de la provincia, lo que plantea un nuevo paisaje con el objetivo de buscar un acuerdo, dejando en suspenso el plan de expropiación.

Eso sí, Fernández le dejó el anuncio al gobernador de Santa Fe. Este es el «plan Perotti» con respaldo presidencial. Si el juez no acepta el pedido, la posibilidad de la expropiación volverá a estar sobre la mesa. El Presidente, aseguran en su entorno, está muy molesto con el accionar de los dueños de Vicentin. «Hay que esperar a ver qué hace el juez. Si hace lugar a esta propuesta, será superadora», comentaron en Olivos.

Interrogantes
El clima de protesta social y la falta de votos en Diputados, sumado a los sectores políticos que vienen insistiendo en que es posible encontrar una salida negociada para el asunto Vicentin sin una expropiación, llevaron al Gobierno a pisar el proyecto de ley y a revisar su hoja de ruta.

Fernández había insistido en que la expropiación era «una herramienta legal», «un medio y no el fin» para encontrar una salida para Vicentin. La afirmación del Presidente obedecía a distintos factores. Por un lado, el dictamen de los asesores legales del Gobierno, que manifiestan que una reestructuración de la empresa liderada por el Estado Nacional requería de expropiación porque era la única forma en que el Estado puede constitucionalmente pasar al dominio público bienes de los privados «sin hacer una confiscación».

En rigor, el problema político radicaba en que cualquier salida mediante un acuerdo en el marco del concurso de acreedores implicaría una negociación con los actuales dueños de Vicentin, los mismos a los que la UIF la semana pasada acusó por presuntas maniobras de lavado de dinero. Además, una expropiación le hubiera permitido decidir a la Casa Rosada el reparto de toda la torta accionaria de la empresa entre los actores involucrados.

En caso de que el «plan Perotti» avance y se vaya hacia un esquema mixto, habrá que resolver múltiples interrogantes. El más importante, qué parte de la sociedad quedará en manos del Estado Nacional. Y en segundo término, si los actuales dueños de Vicentin tendrán una participación marginal o quedarán borrados de la escena.

Hoy Perotti envió un mensaje cuando dijo: «En la conversación que tuvimos hace una semana en Olivos, los directivos [de Vicentin] dijeron que entendieron que perdieron la empresa en diciembre».

La salida que buscó el Gobierno también logró aquietar las aguas dentro del Frente de Todos, donde algunos se sentían incómodos con la expropiación. El titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, que debía buscar los votos para el proyecto de ley, jamás se pronunció públicamente sobre el tema.

El campo, en tanto, se mostraba a favor de cualquier iniciativa alejada de la decisión oficialista de expropiar la empresa agroexportadora. Habrá que observar con qué consignas sale a protestar. (La Nación – Por Maia Jastreblansky)