Los operativos culminaron con el secuestro y la disposición final de los productos en establecimientos oficiales del Senasa, la emisión de actas de infracción y el inicio de acciones legales, por ponerse en riesgo la salud pública.
Agentes del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) decomisaron 4.580 kilos de carne bovina con hueso que eran llevados de forma ilegal y en condiciones sanitarias deficientes desde la localidad de Bahía Blanca hacia la provincia de Río Negro. El operativo se llevó a cabo en el control sanitario del kilómetro 714 de la ruta nacional 3 de la Barrera Zoofitosanitaria Patagónica, en el partido bonaerense de Villarino.
Según se informó, la mercadería no contaba con las condiciones higiénico sanitarias requeridas para garantizar su inocuidad y consumo, ni con la documentación necesaria, por lo que fue decomisada y desnaturalizada en el digestor de un establecimiento oficial.
El conductor del vehículo que llevaba el cargamento declaró que se dirigía desde Ingeniero White hacia Cipolletti, en la provincia de Río Negro, presentando como comprobante un remito en el que se detallaban materiales como una cisterna y una pileta de acumulación de agua para la industria petrolera, pero sin ninguna documentación sanitaria para el transporte de alimentos de origen animal.
En tanto, el transporte llegó al puesto el jueves a las 3 de la madrugada. En ese momento, el inspector de turno observó un compartimento que no podía abrirse, además de sentir olor a carne roja. Ante la imposibilidad de revisarlo, se labró un acta de interdicción y se retuvo el camión en el lugar hasta que la empresa facilitara la apertura. A su vez, uno de los perros de la brigada canina del Senasa reafirmó la sospecha al realizar la marcación de producto orgánico.
Recién durante el fin de semana el transportista accedió a abrir el contenedor, y en la inspección se confirmó la sospecha y se constató la presencia de 4.580 kilos de carne bovina con hueso. En cumplimiento de la normativa vigente, la totalidad de la carne fue desnaturalizada en el digestor del Establecimiento Oficial N° 2064. El transporte fue escoltado hasta el lugar con la colaboración del Cuerpo de Inspectores Municipales de Villarino.
En otro caso en el mismo puesto de control se incautó la carga de un vehículo Mercedes Benz tipo Furgón, donde se descubrieron 16 tambores que contenían 984 kg de tripas porcinas y 325 kg de tripas vacunas. La falta de un mecanismo adecuado de precintado en el transporte y el hecho de que el conductor llevaba los precintos en mano, indicaban una clara intención de ocultar la procedencia ilegal de las tripas y evitar controles sanitarios.
Ambos incidentes culminaron con el secuestro y la disposición final de los productos en establecimientos oficiales del Senasa, la emisión de actas de infracción y el inicio de acciones legales, por ponerse en riesgo la salud pública.
Riesgos sanitarios
Desde Senasa remarcan que consumir carnes que han perdido la cadena de frío puede aumentar el riesgo de sufrir una intoxicación alimentaria. Cuando la cadena de frío se corta, el aumento de temperatura acelera el crecimiento de las bacterias que pueden estar en la superficie de la carne y que producen su alteración y deterioro, perdiendo su aptitud para el consumo. De esa manera se puede producir alguna sintomatología o patología en la persona que lo consume.
Con este tipo de acciones, el Senasa busca proteger la salud de la población, resguardar a quienes producen responsablemente y salvaguardar la sanidad de la producción agropecuaria. (DIB) ACR