Costa Salguero: cómo será el diseño del nuevo proyecto urbanístico y por qué genera polémica

El 5 de diciembre del año pasado, la Legislatura de la Ciudad aprobó un proyecto del oficialismo que permitió la venta de los predios donde están ubicados los complejos Costa Salguero y Punta Carrasco, concesiones que terminan en 2021 y que se extienden a lo largo de 17 hectáreas. La polémica que se generó entonces sobre la enajenación de esos predios cercanos al aeropuerto Jorge Newbery se volvió a abrir en las últimas horas. Es que hoy, los ediles porteños, en una nueva sesión, volverán a manifestarse y debatirán las definiciones urbanísticas del plan y la rezonificación.

Tras obtener el visto bueno de la Legislatura a fines del año pasado con la Ley 6289, el gobierno porteño convocó a un concurso público para el desarrollo urbanístico y paisajístico del lugar, que organizaron en conjunto la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y la Sociedad Central de Arquitectos. Luego de presentarse 99 propuestas, la que resultó ganadora es de los arquitectos Federico Menichetti y Valeria Franck, que desde las 11 de hoy será tratada por los ediles junto con la modificación de la normativa urbanística.

En caso de que la nueva ley de rezonificación, necesaria para llevar adelante el proyecto, tenga hoy el aval por mayoría, deberá convocarse a una audiencia pública para luego votarse de nuevo en el recinto. Debe haber al menos 31 votos a favor para considerarse aprobado el proyecto. La venta de los predios de Costa Salguero y Punta Carrasco forma parte del denominado Distrito Joven, ya que esos predios integran el sector 5 de ese plan pensando para los terrenos de la costanera norte.

El desarrollo urbanístico del lugar supone que al menos el 65% de la superficie del conjunto sea de utilidad pública, especialmente con la creación de espacios verdes, y el 35% restante estará destinado a residencias, oficinas y comercios que estarán divididos en dos sectores.

De acuerdo al proyecto premiado en primer lugar, los edificios estarían bordeando la avenida Rafael Obligado para que luego se extienda, hasta la orilla del Río de la Plata, un parque. A los miembros del jurado de especialistas les llamó la atención que se proyectó además la construcción de una explanada mirador «Eje Salguero» a la que calificaron como un «nuevo hito atractor».

Críticas

El legislador porteño Juan Manuel Valdés habló en Futurock.fm sobre esa venta de terrenos de Costa Salguero y Punta Carrasco. «Estamos hablando del suelo más caro que tiene la Ciudad. El acceso al río y los espacios verdes de un distrito que tiene tres veces menos de lo que indica la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Lo que hoy se discute es la disposición urbanística, es una modificación para permitir torres de 10 pisos. Eso es privatizar la vista al río», reclamó. Y agregó: «Queremos que se termine con esta política de venta de tierras indiscriminada, que ya lleva 230 hectáreas».

«El proyecto del Gobierno porteño bloquea el libre acceso a la costa y genera una barrera de cemento sobre la vista al río con diez bloques de edificios que irán de los 18 a los 29 metros de altura sobre la avenida. Estos espacios tienen que ser públicos, abiertos para todos los porteños y porteñas. El desafío es construir Ciudades sustentables», dijo Jonathan Thea, secretario general del Movimiento Evita de la Ciudad de Buenos Aires y director general de Coordinación Institucional de Jefatura de Gabinete.

Ante la votación para rezonificar esos terrenos ubicados frente a Aeroparque, desde el MST-FIT Unidad impulsan una concentración en las puertas de la Legislatura para las 11.

Vanesa Gagliardi, legisladora electa opinó: «En el contexto de una emergencia habitacional, con un promedio de seis m² de espacio verde por habitante en la Ciudad, se prepara una nueva ofensiva del lobby inmobiliario para construir barrios de lujo en terrenos verdes de la zona de Costa Salguero». Por su parte, la dirigente de izquierda Cele Fierro expresó: «No podemos permitir la construcción de un barrio náutico exclusivo en tierras públicas y que además pretende privatizar el uso del río».

(FUENTE: LA NACION /Por: Valeria Musse)