El Comité de la UCR y la Juventud Radical se expresaron en forma crítica sobre el “salto” de intendentes oficialistas

Se espera conocer la situación de Gastón
Cuando en Chascomús se espera alguna palabra oficial sobre un supuesto pase del Intendente Javier Gastón al gobierno provincial, desde el Comité Chascomús de la UCR y la Juventud Radical de Chascomús ya se expresaron a través de un nota crítica llegada a nuestra redacción, que a continuación publicamos, sobre la actitud de otros jefes comunales del FdT en lo que se ha dado en llamar “el salto”.
La nota
“Luego del rotundo resultado en las últimas elecciones PASO, el gobierno de Axel Kicillof dio un giro en la recomposición del Gabinete provincial, asistiendo de este modo a un evidente manotazo de ahogado en aras de poder salvaguardar un resultado que se someterá a la convalidación del voto popular el próximo 14 de noviembre. Lo mismo hizo el gobierno nacional.

En esa línea, debemos destacar el fenómeno de fondo que viene sobresaliendo: el salto de los intendentes a la gestión provincial. Dicho salto responde a una lógica maniquea que nos debe poner en alerta. Debemos señalar que el salto de los jefes comunales en aras de ayudar a preservar la gestión del Gobernador constituye un desmedro en dos direcciones.
La primera, en desmedro de la cuestión normativa. Sobresale en este aspecto que muchos de los intendentes han tenido que pedir una licencia. En efecto, se ha desnudado la cuestión de que permitiría a posteriori una dudosa candidatura, en efecto, al no renunciar están cumpliendo los cuatro años de mandato. Al momento de aceptar determinados cargos en la órbita provincial, se está generando un paréntesis de tiempo prudencial para permitir una candidatura de los propios jefes comunales hacia el 2023.
Sobre esto último, debemos recordar a la ciudadanía que no han sido pocos los intentos de algunos intendentes para maniobrar y malograr la Ley 14. 836, cuya postura hoy por hoy no les estaría permitiendo a muchos ir por un tercer mandato. En su momento fue en la propia legislatura que se intentó, pero no hubo posibilidad en el Senado. Seguidamente, el peronismo intentó una judicialización pretendiendo resguardar el manejo de ciertos distritos importantes. Tampoco aquí se obtuvo éxito.
La segunda dirección es la que en realidad demuestra no solo el agotamiento de la maniobra política, sino que de paso desnuda un profundo desmedro por la voluntad popular. La vida municipal forma parte de una cadena gubernamental y de expresión de la política pública donde el eslabón más importante son los propios intendentes, por ser quienes mejor conocen la realidad inmediata de los ciudadanos que representan.
Ese salto no puede ni debe ir en contra de quienes han depositado desde el día uno legitimidad de origen en los intendentes porque se los eligió para ello. No puede ir en contra, de los vecinos. Es necesario que no prime un cálculo a la sazón de un feudo del que se puede disponer como se quiera. Primero está el respeto a la voluntad popular.
Si los saltos se siguen efectuando ¿Qué pasará con los cientos de vecinos que dan legitimidad y confianza para que alguien se ocupe de los destinos locales, cuando ese alguien hace de esa confianza una carta al mejor postor a cambio de un cargo?