Más municipios bonaerenses cierran accesos y productores advierten que está en riesgo la seguridad alimentaria

El gobernador Kicillof pidió moderación y que dejen abierto algún ingreso a la localidad 

Hora tras hora, cada vez más ciudades y pueblos de la provincia de Buenos Aires optan por aislarse y cortar accesos a fin de evitar la propagación de la pandemia del coronavirus. Pero la prohibición a circular por rutas -u obligar a largos desvíos- podría poner en riesgo la seguridad alimentaria del país, advirtieron hoy cámaras empresarias y productoras rurales.

Entre los intendentes, los empresarios y los productores, el gobierno de Axel Kicillof busca un equilibrio para evitar efectos secundarios adversos.

Es que en el interior de esta provincia decenas de municipios cerraron sus accesos por cuenta propia para restringir los puntos de entrada y salida y maximizar los controles.
Ante estas medidas unilaterales dispuestas por los alcaldes, el gobierno de Kicillof exigió que permanezca al menos una vía abierta de circulación. No hay municipios completamente aislados, se aseguró. «Es lógico tomar medidas de restricción y la intención es buena, pero hay que ir tomando recaudos», pidió.
Habló así luego de que decenas de comunas como Ezeiza, Almirante Brown, San Vicente, Olavarría, Villa Gesell, Coronel Suárez, Dolores, Lezama, Tandil, Pehuajó, Roque Pérez, Chacabuco, Florentino Ameghino y Junín, clausuraran accesos.
Algunos distritos cerraron la mayoría de sus accesos y dejaron una vía abierta, pero bajo estricto control. Otros, principalmente del conurbano, donde los barrios de un municipio comparten veredas con los del siguiente, los controles se enfocaron en las avenidas centrales.

La situación en el interior provincial
No se descarta que se pliegue la mayoría de las comunas, en particular los distritos del interior donde no se registran casos y no quieren que llegue el virus.
En la mayoría de los distritos queda libre un solo acceso. El resto se cierra con montañas de tierras o rejas. Pero hay algunos que van más allá, con medidas singulares: toque de sirena por la tarde para evitar la circulación y el cierre total de comercios.
Algunas ciudades, como Roque Pérez, viven poco menos que en estado de sitio. «Cerramos todo. Hay un solo acceso abierto. Los demás los cerramos con tierra para que no se pueda circular con autos ni con motos», dijo a La Nacion el intendente Juan Carlos Gasparini. «No entra ni sale nadie. Los accesos están cerrados, menos el de la ruta 205 con estricto control. Somos inflexibles. Patrullamos de noche y de día. A la noche se toca la sirena y no sale más nadie a la calle. Los negocios se cierran todos», agregó.
En Coronel Suárez, el gobierno municipal adoptó medidas extremas: «Al sonar la sirena quedate en casa. No se podrá circular por las calles de la ciudad a partir de las 16 horas», dicen los anuncios de la comuna.
En el distrito se dispuso que los comercios del rubro alimenticio y las farmacias se encuentran abiertos de 8 a 16, con la única excepción de las farmacias de guardia. De igual modo, los médicos de la ciudad expresaron su voluntad de acompañar el horario establecido por el Comité de Crisis, atendiendo de 8 a 16, con una guardia de urgencia telefónica. Los comercios de delivery funcionan de 20 a 23.
En otros distritos, como Coronel Rosales, los supermercados abrirán desde mañana en horario corrido de 8 a 17. Luego cerrarán por completo.
En Florentino Ameghino también tocan la sirena a las 17 y ya nadie puede circular en la ciudad, bajo ningún pretexto. Lo mismo sucede en Chacabuco, a las 18.

El consejo de Kicillof
El gobernador Axel Kicillof llamó a la población a seguir las recomendaciones de prevención. «Modificar los hábitos de cada uno es la forma más importante de evitar la expansión del virus», dijo. Y agregó: «Hoy una conducta egoísta puede generar un contagio. Esta situación nos pone a prueba. Necesitamos que todos sean responsables y piensen en el otro».
Desde la Casa de Gobierno se afirmó que limitar los accesos no es una medida excesiva siempre que el aislamiento no sea completo: «No hay problema mientras esté garantizada la circulación. Es lo mismo que está haciendo CABA. Pero siempre se pide que se garantice la circulación para que puedan transitar camiones con provisiones de alimentos, combustibles, caudales. Luego, los controles están bien porque el DNU estableció que no se debe circular sin razón», indicaron desde la gobernación, para recalcar: «No se puede cortar por completo. Lo impide la Constitución».
Kicillof convocó a los intendentes a lograr un punto de acuerdo entre los cuidados sanitarios y la cadena de producción. «Es cierto que en el interior, donde no tienen casos, les gustaría que no ingrese nadie, pero también es verdad que después necesitan que ingresen los camiones con insumos o con productos agropecuarios. Entonces, hay que buscar un equilibrio», dijo el gobernador.
Mientras en el interior de la provincia las ciudades se cierran, en el gran Buenos Aires sostienen que «no se salva un pueblo solo». Tal postura visibilizó, por ejemplo, el alcalde de Capitán Sarmiento, Javier Iguacel , que subió a sus redes un audio en defensa de los camioneros.
«El camionero la está sufriendo, tirado en una ruta. No te dejan parar a comer, no te dejan parar a dormir, ¿te parece justo?», sostiene el audio que se atribuye a un transportista.
Es parte de una liga de alcaldes que mantienen abiertos sus accesos: Tigre, San Isidro, Ituzaingó, Merlo, Moreno, La Matanza, son algunos de los que no cerraron los pasos, según dijeron a LA NACION:
Entre tanto en la Casa Rosada, no se descarta tomar nuevas medidas para ordenar el aislamiento y evitar el desabastecimiento.

Certificados
El ministerio de Transporte intenta garantizar la circulación de camiones que trasladan mercaderías de insumos esenciales, atento a los pedidos de las cámaras empresariales : ayer aprobó un modelo de certificado que habilita a circular a los transportistas incluidos en los servicios esenciales.
Lo hizo luego de que 30 cámaras empresariales de distintos sectores agroindustriales hubieran advertido a ese ministerio que las restricciones al transporte de cargas, podría conllevar «una parálisis de la comercialización de insumos, granos y subproductos para la industria nacional de consumo, así como para la exportación», lo que podría poner en riesgo la seguridad alimentaria en todo el país.
La nota lleva la firma de las bolsas de cereales de todo el país, la Cámara de Feedlot, el Centro de la Industria Lechera, la Federación de la Industria Molinera y las entidades que forman la Mesa de Enlace (Sociedad Rural Argentina, Confederaciones Rurales Argentinas, Coninagro y Federación Agraria Argentina), entre otras. (Fuente La Nación – Por María José Lucesole)