Paula Español sobre el descongelamiento: “Vamos a negociar subas moderadas y paulatinas”

La secretaria de Comercio Interior habló con DIB sobre el desafío de desactivar Precios Máximos. Adelantó una ampliación de la canasta de Precios Cuidados y la implementación de cortes de carne populares. Además, explicó por qué se decidió aplicar la Ley de Abastecimiento al mercado de la construcción.

Por Manuel Tejo, de la Agencia DIB

Paula Español debió afrontar su primer año de gestión en la Secretaría de Comercio Interior de la Nación en medio de la pandemia de coronavirus, una situación extraordinaria que demandó decisiones atípicas para evitar desabastecimientos y disparadas de precios.

El pasado 20 de marzo, en el inicio de la cuarentena en el país, la cartera de Comercio puso en funcionamiento el programa Precios Máximos y congeló el valor de unos 2 mil productos (para los que luego se fueron autorizando aumentos). El programa estará vigente hasta el 31 de enero, pero el Gobierno ya comenzó a achicar el listado.

En diálogo con DIB, la funcionaria sostuvo que “el congelamiento fue una medida excepcional” que buscó evitar el desabastecimiento que se dio en algunos países desarrollados, confió en una salida paulatina y en ampliar “de manera importante” la canasta de Precios Cuidados, mientras que adelantó que negocian la implementación de cortes de carne populares.

Además, explicó por qué el presidente Alberto Fernández decidió aplicar la Ley de Abastecimiento en el sector de la construcción y advirtió sobre la mayor vulnerabilidad laboral de las mujeres en el marco de la pandemia.

Español, cercana al gobernador Axel Kicillof, es economista y docente de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Se doctoró en Economía en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales (Ehess) de París. Durante la segunda presidencia de Cristina Fernández de Kirchner se desempeñó como secretaria de Comercio Exterior en el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas. También es parte de la organización Mujeres Gobernando y referente en economía feminista.

-¿Qué balance hacen del funcionamiento de Precios Máximos?

-Para nosotros la política de Precios Máximos fue muy importante y muy efectiva para dar respuesta a una situación excepcional como fue la pandemia, que requirió medidas excepcionales tanto sanitarias como económicas.

En este contexto, la respuesta que dimos para poder contener tensiones de precios (que se podían dar tanto por un exceso de demanda como por cuestiones que suceden a lo largo del año) fue aplicar este congelamiento que no sólo monitoreó los precios sino también el abastecimiento.

-O sea que cumplió dos funciones.

-Nuestro objetivo fue garantizar ambas cosas. Y lo destaco porque no es algo que sucede automáticamente. Fue un tema de conversación y de gestión, sabiendo que podía ser angustiante la situación de llegar a las góndolas y que estuvieran vacías como vimos en algunas fotos que llegaron en marzo de países desarrollados. Realmente no queríamos eso.

-En números: ¿cómo fue el cumplimiento de Precios Máximos en supermercados?

-Llevamos adelante y coordinamos más de 27 mil fiscalizaciones en conjunto con las provincias y los municipios, e incluso en una etapa inicial con AFIP y el Ministerio de Medio Ambiente. Hubo cerca de 7 mil multas y de 600 clausuras. El objetivo de las fiscalizaciones es el cumplimiento de los precios y del abastecimiento, no la penalización en sí misma. Esto es importante porque muchas veces si eran infracciones menores priorizábamos que el comercio siguiera abierto a que hubiera una clausura. Sobre todo en un inicio porque además fiscalizábamos farmacias.

-¿El descongelamiento va a incidir necesariamente en la inflación?

-Por ahora no porque el pequeño listado que se sacó del congelamiento en el mes de noviembre cuenta con productos marginales para la canasta de consumo de los hogares argentinos. Se quitó, por ejemplo, el café en saquitos o el whisky.

El congelamiento fue una medida excepcional. Ahora, nos planteamos un proceso de descongelamiento paulatino, ordenado, administrado y consensuado. Vamos a proceder a deslistar, coordinar y negociar con las empresas subas moderadas y paulatinas de los precios. Lo vamos a hacer diferenciando cuáles son aquellos consumos de mayor alta gama y ampliando la canasta de Precios Cuidados que es la política estructural de precios de la secretaria.

-Vos venís hablando justamente de robustecer a Precios Cuidados.

-Es lo que estamos trabajando ahora: que la referencia en la góndola no sea sólo una variedad de productos, sino que haya más marcas que incluyan más gamas y más variedad.

Hoy Precios Cuidados tiene 401 productos. Fortalecer esta canasta va a depender también de la oferta que acordemos con las empresas. Si logramos dos o tres marcas representativas alcanza, pero sino están esas dos se necesitan cinco o seis para poder tener una guía en la góndola. Es muy difícil saber hoy si van a ser 1.200, 1.500 o 2.000 los productos en Precios Cuidados. Lo que está claro es que tiene que crecer de manera importante el número.

-El Presidente planteó hace poco la posibilidad de implementar cortes de carne populares. ¿Hay algo concreto de eso?

-Estamos trabajando en eso también. Lo primero que va a estar en las góndolas tiene que ver con cortes navideños. Estamos negociando tres cortes parrilleros. Y también veremos con el sector cómo ampliar una canasta de cortes populares no solo para las Fiestas, sino de manera más estable.

Especulación en la construcción

El pasado 24 de noviembre, en el marco del acto por el Día de la Construcción, el Presidente advirtió que va “caer con todo el peso de la Ley de Abastecimiento” contra quienes acopien materiales para la construcción de manera especulativa. Comercio ya empezó con las inspecciones.

-¿Qué motivó este anuncio?

-Lo que sucedió en octubre fue una combinación de factores con ciertas presiones tanto del lado de la oferta como del lado de la demanda. Por el lado de las empresas, por casos de Covid-19 o por protocolos, tuvieron una menor producción en pandemia. Además hubo un crecimiento muy fuerte de la demanda. En el mes de octubre los índices de reactivación de la tierra en construcción fueron los más altos de los últimos años. Entonces hay mucha presión de la demanda con una oferta que no está dando abasto. Entre la realidad de la oferta y la demanda y determinados comportamientos especulativos se generó una tensión en el mercado. Entonces, decidimos aplicar la Ley de Abastecimiento e instamos a las empresas que producen y comercializan a que lo hagan en su máxima capacidad.

-¿Y cuáles son las sanciones?

-Si hay un comportamiento especulativo, las sanciones van desde multas muy elevadas a cierres transitorios, y a perdida de acceso a líneas de promoción estatales. Hay una gran diversidad de medias que sancionan si se pueden comprobar esos comportamientos.

Pandemia, más desigualdad

Español es referente en el ámbito de la economía feminista. Consultada por DIB sobre las condiciones laborales de las mujeres en pandemia, explicó que “en cada situación de crisis, siempre, la población más vulnerable es la que más perjudicada se ve”. “Las mujeres en nuestra sociedad tenemos una situación de mayor vulnerabilidad por la mayor participación en el trabajo no registrado, porque muchas son cabeza de familia y por la gran carga de labor doméstica”, indicó.

Y agregó: “Toda esa situación no hizo más que profundizarse en pandemia. Está claro que las políticas que se están planteando desde el Poder Ejecutivo nacional, de manera transversal en todos los ministerios y también incluso de la secretaría, apuntan a poder equilibrar y romper este desequilibrio que existe. Pero convengamos que es una situación estructural de la Argentina y que claramente hay que modificarla”. (DIB) MT