Preocupación y sorpresa: la coincidencia de 22 embajadores europeos sobre el caso Vicentin

En la intimidad de un encuentro en Ezeiza un grupo de diplomáticos analizó el pedido de expropiación del Gobierno y su impacto para las inversiones en el país

En uno de los salones del Aeropuerto Internacional de Ezeiza se improvisó ayer un encuentro de 22 embajadores europeos en el que todos coincidieron en una conclusión terminante: hay una preocupación generalizada del mundo diplomático y empresarial extranjero por la inseguridad jurídica y falta de previsibilidades de inversión que se desató en la Argentina en las últimas horas tras la decisión del presidente Alberto Fernández de expropiar la empresa Vicentin.

El encuentro de embajadores se dio casi por casualidad y fruto de la impuntualidad del ministro de Transporte, Mario Meoni. Es que este funcionario había citado a los diplomáticos europeos y a autoridades de Aerolíneas Argentinas y de la Aviación Civil para empezar a mostrar un esquema ordenado del transporte aéreo post cuarentena. Pero ante la tardanza del ministro los embajadores empezaron a intercambiar opiniones del dato político más sobresaliente e impactante de las últimas horas, que no tiene que ver con el COVID-19 sino con la expropiación de Vicentin.

Según pudo reconstruir Infobae de distintas fuentes que estuvieron en ese encuentro reservado, la mayoría de los embajadores se mostró sorprendido por la decisión de Alberto Fernández y ven con mucha preocupación los efectos negativos que el caso Vicentin pueda tener para las inversiones extranjeras en el futuro post pandemia.

No habrá una manifestación pública de los diplomáticos sobre el caso Vicentin porque sería entrometerse en los asuntos internos de la Argentina. Pero las impresiones y miradas negativas de la embestida expropiadora están latentes en las embajadas extranjeras.

“Es obvio que a todos los embajadores y a nuestros países nos genera incertidumbre y preocupación la decisión de avanzar con la expropiación de una empresa privada en la Argentina porque esta es una muy mala señal para los inversores y genera inseguridad jurídica”, expresó sin vueltas un diplomático consultado.

En esta misma línea se manifestaron en reserva varios embajadores. En la charla en uno de los salones de Ezeiza los diplomáticos europeos coincidieron en los siguientes puntos de preocupación del caso Vicentin:

El mensaje final. Si bien Alberto Fernández explicó ayer que la expropiación de Vicentin era una decisión “extraordinaria” de su Gobierno, a los diplomáticos europeos no les queda claro si este mensaje será real. Y entrevén que puedan darse otros casos de expropiaciones. De hecho, varios mencionaron las declaraciones del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, quien emitió estas palabras: “No vamos a expropiar todas las empresas concursadas”. ¿Acaso el Gobierno tiene un listado de algunas otras empresas más por expropiar?, se pregunta la diplomacia extranjera a esta altura. Incluso hubo una broma que se animó a deslizar un diplomático alrededor de este tema. “¿Las empresas de Moyano que tienen deudas también las van a intervenir?”, cuestionó irónicamente sobre el sindicalista camionero alineado al Gobierno.

Los más preocupados. Al menos dos países europeos se muestran muy preocupados por el caso Vicentin. Uno de ellos es Holanda y el otro Suiza. El primero porque Vicentin tiene una deuda de 100 millones de dólares con una empresa holandesa y nadie sabe si el Estado podrá pagarla en el caso de que se expropie la compañía alimenticia argentina. En el caso de Suiza el tema es que el Gobierno tomó la decisión de avalar la permanencia de la compañía suiza Glencore como socio de la futura empresa intervenida si el Congreso aprueba la nacionalización. Al parecer, la intención del Presidente es que Glencore sea el socio minoritario del proyecto que mantiene con la empresa que hasta ahora manejan las familias Nardelli y Padoan: la joint venture Renova. “No hay unanimidad en la evaluación de este tema y habrá que escuchar a Glencore”, expresó un embajador ayer en la reunión de los 22 diplomáticos europeos.

La injerencia de Cristina. En el debate de los diplomáticos quedó la duda política del momento y es si realmente el timón de esta expropiación fue dado por la mano de Alberto Fernández o, por el contrario, de su vicepresidenta, Cristina Kirchner. “Todo indica que la vicepresidenta y su ala dura del kirchnerismo impulsaron y presionaron por este proceso”, dijo a Infobae un diplomático de los presentes en la reunión de Ezeiza. En este caso, resulta preocupante para la mayoría de los embajadores que el control de temas tan sensibles pase en gran medida por Cristina Kirchner y no por el Presidente. A pesar de que el jefe de Estado reiteró públicamente que la decisión la tomó en soledad, las dudas sobre el fantasma de Cristina Kirchner persisten. En este mismo eje de análisis de actores en juego, ayer se resaltó el “papel menor” que ocupó en toda esta decisión el ministro de Economía Martín Guzmán. Muchos diplomáticos vieron que el jefe de Hacienda quedó casi excluido de los anuncios y de las futuras negociaciones por la expropiación de Vicentin, por lo que les llamó la atención el alcance económico de la medida.

Inversiones extranjeras. La mayor incertidumbre de la diplomacia extranjera ante el caso Vicentin pasa por saber si los inversores vendrán a depositar sus fondos a un país que expropia empresas. Esto se potencia en medio de las negociaciones del Gobierno con los bonistas extranjeros. Según datos de la CEPAL, en los últimos años la inversión directa extranjera en Argentina cayó sustancialmente. El país pasó de ocupar el tercer o cuarto puesto en la lista de inversión extranjera en América Latina a estar en el sexto lugar. En un escenario post pandemia y con la inseguridad jurídica que el caso Vicentin generaría esto se podría agravar. Ya se vivió durante el mandato de los Kirchner cuando se expropió YPF y la empresa española Repsol tuvo que acudir a los tribunales extranjeros para poder cobrar su parte de la petrolera ahora completamente estatal. En esos años empezaron a bajar drásticamente los niveles de inversión extranjera en la Argentina.

El proceso. Algunos embajadores europeos creen que la película del caso Vicentin aún no terminó y que el desenlace está abierto. “No deja de sorprender la Argentina pero todavía falta saber cómo finalizará este caso”, se sinceró otro diplomático tras la reunión en Ezeiza. Es que en este proceso de expropiación aparecen actores como el Congreso o la Corte Suprema que podrían obstaculizar el camino de la iniciativa del Gobierno. Hay quienes creen que un fallo judicial adverso al Presidente o una votación sin mayoría oficialista en el Parlamento pueden frenar la intención de la Casa Rosada de ir por la expropación de Vicentin.

En cualquier caso, el daño está hecho y la preocupación está latente en la diplomacia extranjera que a diario envía reportes de la situación de Argentina a sus países.

Es cierto que la excusa que eligió el Gobierno de mantener la “soberanía alimentaria” del país con la expropiación de Vicentin no convence a los países centrales simplemente por un motivo básico: esta empresa está abocada a la producción de aceite y no se trata de una alimenticia que pueda dañar el mercado de abastecimiento de alimentos de la Argentina.

También es real y, ayer se planteó en la reunión de embajadores europeos, que la Argentina aún no es Venezuela como sostuvieron algunos referentes de la oposición. Para la diplomacia extranjera Alberto Fernández no es igual a Nicolás Maduro y la Argentina tiene además capacidad de producir alimentos, cosa que el régimen venezolano no tiene.

Al encuentro improvisado en Ezeiza asistieron los embajadores de Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Croacia, Dinamarca, Eslovenia, España, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Holanda, Polonia, Eslovaquia, Rumania, Noruega, Suiza, Gran Bretaña y la embajadora de la Unión Europea, entre otros.

Reunión con Meoni
Cuando llegó Meoni, los comentarios sobre el caso Vicentin se evaporaron. Inmediatamente se pasó a analizar un protocolo seguro y eficaz que permita restablecer el servicio aereocomercial en medio de la pandemia.

El ministro de Transporte repasó todas las medidas llevadas adelante por el Gobierno para mejorar las condiciones sanitarias, tanto de los trabajadores como de los pasajeros, antes y durante la cuarentena.

“Vivimos un momento excepcional, en especial para la industria aeronáutica porque no hay antecedentes en la historia de una crisis como esta”, dijo Meoni. Y recordó que “desde un primer momento, Alberto Fernández decidió evitar la pérdida de la vida, la salud y el trabajo»; y en ese orden, destacó que la Argentina quiere empezar ahora a recuperar las capacidades operativas aeronáuticas aerocomerciales con “responsabilidad”.

Sin embargo, el ministro de Transporte no logró garantizar a los embajadores europeos una fecha concreta para la vuelta de los vuelos internacionales porque, explicó, dependerá de la evolución de la pandemia.

“En la nueva etapa para rediseñar la industria aerocomercial hay que dar señales claras para que los aviones vuelvan a volar y la gente tenga confianza en volar, y para tener confianza necesitamos protocolos trabajados de manera conjunta”, sostuvo el ministro de Transporte. (Infobae – Por Martín Dinatale)