El sindicalista habría mandado a hacer dos pozos y un fiscal solicitó que perros trabajen en la zona
Mientras la investigación en torno a lavado de dinero continúa, en Uruguay quieren saber si el sindicalista Marcelo Balcedo enterró dinero en su chacra “El Gran Chaparral”, cerca de la ciudad balnearia de Piriapolis, donde la semana pasada fue detenido junto a su esposa, Paola Fiege.
Es por eso que un fiscal de Montevideo solicitó que se verifique si en la lujosa propiedad, valuada en unos 5 millones de dólares, hay tierra removida y lleven perros capacitados para la detección de dinero.
Según trascendió, los investigadores harían hincapié en un dos pozos «con forma de cubo» que habrían sido mandados a hacer en la parte trasera de la propiedad. Pese a que la argumentación para dichos pozos es que serían utilizados para arrojar las ramas de las podas, quienes participan de la investigación sospechan que bien pudo haber sido utilizado para esconder dinero.
Al mismo tiempo, la Justicia de Uruguay solicitó toda la información relacionada a cuentas bancarias, sociedades y personas que figuran como titulares de los autos de alta gama que fueron secuestrados la semana pasada.
Asimismo, en las próximas horas podría concretarse la apertura de unos cofres que Balcedo tendría en distintas entidades financieras uruguayas y que, según anotaciones encontradas durante el allanamiento, contendrían unos 7 millones de dólares.
En ese marco, varios dirigentes políticos uruguayos cuestionaron la falta de control para detectar maniobras de lavado de dinero. «Sindicalista delincuente argentino. Todos los días nuevas riquezas. No entiendo, en seis años Banco Central y otros muchos organismos no descubrieron nada. ¿Las leyes para quién son?», preguntó el dirigente frenteamplista Esteban Valenti a través de su cuenta en Twitter.
Por su parte, la diputada Graciela Bianchi consideró que «en Uruguay hay más corrupción de lo que la gente piensa», convirtiendo al país en «una plaza de lavado del kirchnerismo».
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