Las bicisendas que se están construyendo en las veredas de la Avenida Alfonsín, han generado el enojo y la reacción de los vecinos que consideran, al margen de la difusión oficial, que se creará una circulación peligrosa en un sector destinado únicamente para el tránsito peatonal.
La polémica ha incluido denuncias y discusiones acaloradas, inclusive con el Intendente Javier Gastón, en la vía pública.
También ha existido ante la resistencia de frentistas a que se ejecuten los trabajos, actuación policial.
Vale repasar al respecto lo que dicen las normas al respecto, fundamentalmente la Ley Nacional de Tránsito.
Según las normas vigentes, la bicicleta puede circular solamente por las calles o avenidas, nunca por las veredas, peatonales o autopistas.
Las veredas y peatonales son solo espacios destinados a los peatones, si se quiere circular por ellas se deba hacer a pie, llevando la bicicleta al costado.
Quienes conduzcan bicicletas deberán circular por las ciclovías, o a falta de ellas, por la parte derecha de la calzada.
Las autoridades competentes promoverán la planificación y construcción de una red de ciclovías o sendas especiales para la circulación de bicicletas y similares cuyos conductores estarán obligados a utilizarlas.
En este marco puede argumentarse que el Municipio construye lo que dice la Ley de Tránsito Nacional en su artículo Artículo 46 bis sobre ciclovías, pero el tema es otro.
¿Está autorizado el Departamento Ejecutivo Municipal para disponer y ejecutar las obras de bicisendas?
No, no lo está.
La Ley Organica de las Municipalidades es muy clara al respecto, en su Artículo 27 fija que corresponde a la función deliberativa municipal reglamentar:
Inciso 2. “El trazado, apertura, rectificación, construcción y conservación de calles, caminos, puentes, túneles, plazas y paseos públicos y las delineaciones y niveles en las situaciones no comprendidas en la competencia provincial”.
Inciso 18. “El tránsito de personas y de vehículos públicos y privados en las calles y caminos de jurisdicción municipal, atendiendo, en especial a los conceptos de educación, prevención, ordenamiento y seguridad…”
O sea concretamente el Departamento Ejecutivo no puede transformar una parte de la vereda en bicisenda (ciclovía) si no existe una ordenanza que lo autorice.
En este caso no fue aprobada ninguna ordenanza, o sea que los vecinos tienen razón, falta el estudio de quienes los representan, los concejales.
Extrañamente, el Cuerpo Deliberativo en su conjunto no ha reaccionado ante lo que es un conflicto de poderes con el Departamento Ejecutivo, ni lo ha denunciado.
Esta pasividad hace que el Jefe Comunal y su gabinete avancen sobre cuestiones que no le son propias: utilización de ordenanzas vencidas, firmas diarias de convenios sin autorización cuya aprobación, cuando ocurre, a referéndum se parece más a una certificación de firmas que a una autorización, presencia permanentes de funcionarios en reuniones con concejales que no les corresponden, “representando” a un Intendente ausente, dedicado a hacer su campaña electoral con notas, fotos y videos de la prensa oficial en todo evento que se realice en la ciudad de carácter municipal, provincial, nacional, institucional o privado, en el marco de un culto al personalismo más que preocupante dentro de un sistema democrático.
Es de esperar que las cosas se ubiquen en su lugar, porque el gobierno por decreto poco bien le hace a la comunidad.