Ramiro Ferrante, precandidato a Intendente del PRO en Juntos, hizo llegar a nuestra redacción una nota de opinión que a continuación publicamos.
“Hace poco más de una semana, una conocida metalúrgica local tomó la drástica decisión de cesantear a unos veinte empleados de su planta, debido a la baja demanda y al incesante aumento de los insumos. La noticia, que como chascomunenses nos consterna y preocupa, también insta a toda la dirigencia política local a aunar esfuerzos y repensar estrategias para reducir los daños que la profundísima crisis económica por la que atraviesa nuestro país ya está generando en el sector industrial, comercial, turístico y productivo de nuestro distrito.
Difícilmente una administración municipal pueda accionar sobre las variables macroeconómicas que impactan de forma directa sobre la vida cotidiana de sus habitantes. Y más allá de pertenecer al mismo espacio político gobernante, no es el intendente Gastón quien puede tomar el timón de un país a la deriva, con un dólar cercano a los quinientos pesos, una inflación interanual del 104,4 por ciento y con aproximadamente 18,6 millones de argentinos bajo la línea de pobreza. Pero sí existen decisiones políticas que podrían surgir del gobierno local y que ayudarían a paliar las consecuencias del contexto socioeconómico adverso.
Para empezar, el bolsillo del empleado municipal no puede ser instrumento de ajuste. Sobredimensionar la planta política, cerrar paritarias por debajo de los índices inflacionarios, demorar injustificadamente la actualización de los montos que se abonan en concepto de asignaciones familiares (y las escalas que determinan las categorías) o negar el reconocimiento del título secundario, terciario y universitario para incentivar el estudio a través de un plus salarial es, lisa y llanamente, empobrecer al trabajador. El impacto directo de esta decisión se percibe día a día en el comercio de cercanía, en el mercado del barrio, en dinero que ya no se inyecta en la economía local, en una caída en las ventas, en estancamiento e incertidumbre.
Es por ello que desde hace unos meses venimos trabajando desde el Concejo Deliberante en una batería de medidas concretas de flexibilización y alivio impositivo que, tras su debido tratamiento legislativo, traerán alivio a los comerciantes locales y contribuirán a promover la inversión y el desarrollo de nuevos emprendimientos.
Necesitamos un gobierno municipal con verdadera orientación desarrollista, que genere las condiciones necesarias para el crecimiento y la expansión local, que planifique esquemas de contingencia para contener y acompañar a quienes generan valor agregado en tiempos de crisis como los que hoy nos tocan atravesar. Pensar la gestión en clave productiva es nuestra prioridad”.