Con un clima cálido por el candor de la militancia pero desapacible y de postal épica de paraguas, impermeables y lluvia, Cristina Fernández de Kircher llegó a Plaza de Mayo a las 15.30.
Junto a su familia, su hijo Máximo, sus nietos y su cuñada y gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner, fue recibida con el grito atronador “Cristina Presidenta”. En primera fila también se pudo ver al gobernador bonaerense Axel Kicillof, y a los ministros del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, y de Economía, Sergio Massa.
En el inicio de su discurso, a veinte años de la asunción de Néstor Kirchner como Presidente, la Vicepresidenta hizo un repaso del momento histórico en el que tuvo que gobernar: tiempos de “Estado así de chiquitito y una deuda externa así de grande”, subrayó la mandataria.
“Quiero compartirlo con ustedes porque es necesario ante tanta desinformación, ante tanta confusión armada premeditadamente, que lo llevemos a todos los rincones de la patria, en cada escuela en cada barrio, en cada fábrica, en cada comercio, a la calle”, remarcó.
“YPF había sido privatizada, igual que Aerolíneas Argentinas, el Correo que también había sido privatizado, la Anses tampoco existía, cuando él llegó se jubilaban unos pocos, los recursos de los trabajadores habían sido privatizados y entregados a la AFJP, apneas una jubilación de 200 pesos para los que habían cumplido todos los años y todos los aportes”, indicó, y apuntó: “En este país jubilarse no era un derecho”.
“Todo estaba en manos de los privados. Importábamos combustible porque no exploraban ni exportaban. Si todo estaba en manos de los privados, de los buenos administradores, ¿por qué la Argentina debía tanta plata? Porque habían contraído deuda externa para sostener la falsa dolarización y seguían endeudando el país, y el día que se cayó la famosa dolarización estalló el país”, puntualizó.
“Habían contraído deuda externa para sostener la falsa dolarización pero fuimos los kukas los que pagamos los depósitos a plazo fijo”, aseveró.
“Cuando Néstor llegó al Gobierno y recibió la deuda defaulteada soberana más grande la historia y la restructuró contra viento y marea, logrando la quita de capital y de interés más grande de la que se tenga memoria, deuda que había sido estatizada en el ’82, cuando se iba la dictadura militar y la deuda contraída para sustentar la convertibilidad!”, explicó en términos históricos.
“Además, decidió junto al compañero Lula Da Silva de Brasil, pagar al contado, ‘taca taca’, la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), es ahí cuando la Argentina y su gobierno votado en las urnas recupera el timón de la economía y comienza un proceso de reindustrialización, de inclusión, de valor agregado, de tecnología, de repatriación de científicos e investigadores, de la construcción de una red social para una sociedad que había sido devastada por la desocupación y la exclusión”, expresó.
“Pagamos 100 mil millones de deuda que no habíamos contraído nosotros. ¿Fue magia? No, claro que no. Fue un modelo de sostenimiento de la industria nacional, de buenos salarios, aquel gobierno termina con el mejor salario en dólares de Latinoamérica, con la participación de los trabajadores en el PBI, de más del 51%”, enumeró, con el chascarrillo para los empresarios “es de buenos cristianos pagar buenos salarios”.
“Es bueno contar estas cosas y que se sepa porque son números duros e inobjetables. Muchos dicen que mi segundo gobierno no fue tan bueno como el de Néstor pero creo que es porque era cuando fueron mas buenos los salarios y podía ganar y ahorrar guita la gente”, expresó.
Escollos, programa de gobierno y “boludeces” en los medios
Luego enumeró las piedras que tuvo en el camino, en su segundo gobierno, con la crisis con el sector agropecuario y la cláusula de ejecución de retenciones 125, diseñada por Martín Lousteau, a quien sin nombrarlo le pasó factura, diciendo “gracias a esos que nos quieren venir a dar clases de economía”, y abundó, con autocrítica: “Casi me pongo el país de sombrero, una crisis política de magnitud muy fuerte”. Asimismo, mencionó la caída de la compañía de servicios financieros Lehman Brothers Holding: “A los pocos días “se cayó el mundo financiero en Wall Street, una de las crisis que después del crack del ’30 fue una de las más grandes que se recuerda”. En esa serie de acontecimientos desfavorables que tuvo que afrontar recordó también la sequía de 2009, de la que culparon a su Gobierno, no como en la que se vivió este año, que se tomó como “un factor climatológico”.
“Necesitamos poder articular algo diferente. No podemos seguir atados a una economía primarizada, atados a los precios internacionales o a que llueva o a que salga el sol, sal un salto cualitativo entre lo público y lo privado, una alianza para agregar valor, para incorporar tecnología”, subrayó. “Cuando uno ve las principales de las economías que han surgido principalmente del lado asiático, lejos está de la doctrina que nos quieren imponer acá de que el mercado y el sector privado todo lo resuelven, al contrario, son modelos de acumulación acordados entre el sector público y el sector privado en las actividades que más retorno provocan, y que incorporan mayor trabajo y valor agregado, esta es la discusión que están esperando millones de argentinos y no las boludeces que se dicen todos los días en los medios de comunicación”, resaltó, pidiendo perdón por la expresión.
“Yo soy del pueblo y de ahí no me muevo”
Para cerrar, recordó su discurso en la plaza del 9 de diciembre de 2015 y lo que pasó luego, durante la gestión macrista. Asimismo, le dio una suerte de espaldarazo, más allá de las diferencias, a Alberto Fernández e hizo alusión al intento de asesinato que sufrió y a la proscripción política.
“Para una militante política de mi generación, haber podido decirles a los argentinos que les dejábamos un país mucho mejor del que habíamos recibido era una muestra de orgullo”, y describió principalmente la importancia de haber dejado un país desendeudado y con el salario más importante de la región. Luego señaló las acciones de Mauricio Macri respecto al endeudamiento en su Gobierno: “Le dieron para que pudiera ganar las elecciones 47 mil millones de dólares, un préstamo insólito”. Además puso el foco en el PBI de 647 mil millones de dólares que dejaron ella y Néstor, y en los 200 mil millones que se perdieron durante la gestión de Juntos por el Cambio. “Todos saben las diferencias que he tenido y que tengo, pero a pesar de los errores, equivocaciones o diferencias este gobierno es infinitamente mejor del que hubiera sido otro de Mauricio Macri, no tengo dudas”.
Para concluir, Cristina Fernández expresó: “El problema que hoy tenemos acuciante es la distribución del ingreso, y muchas veces hay que ponerle carita fea a los que tienen mucho y no se trata de confrontar, o por qué se creen que en mi segundo gobierno pudimos llegar al 54%, y por qué se creen que me odian me persiguen y me proscriben; porque nunca fui de ellos ni lo voy a ser, hagan lo que hagan, me quieran matar, meter presa, yo soy del pueblo y de ahí no me muevo”. (DIB) ACR