En un fallo histórico, la justicia porteña condenó a perpetua al asesino de la dirigente trans Diana Sacayán, al admitir por primera vez la figura del “travesticidio”.
Gabriel David Marino (25), el asesino de Sacayán, fue condenado bajo la pena de “coautor de homicidio calificado por odio a la identidad de género”.
El fallo se dio hace instantes en los tribunales porteños, en un largo juicio que concluyó de forma histórica y ejemplar luego del asesinato de la referenta trans el pasado octubre de 2015 en Capital Federal.
Durante la etapa de alegatos, el fiscal Ariel Yapur sostuvo que Marino fue responsable de “homicidio triplemente agravado por odio de género, por violencia de género y por el vínculo” de Diana Sacayán.
Pero la argumentación que dio la justicia fue quizás uno de los puntos más relevantes del juicio, al considerar que el caso de Sacayán funcionó como “testigo de las violencias contra las mujeres trans”, resaltando también el rol fundamental que sostuvieron los organismos de Derechos Humanos y de la diversidad sexual para llevar justicia al caso.
Por su parte, la abogada de la familia de Sacayán, Luciana Sánchez, expresó que el caso fue “fundacional” en una nueva etapa de la justicia para resaltar la violencia contra las personas trans y comprender los “crímenes de odio”.
“Si matan al padre, se habla de parricidio, si matan a un hijo, se habla de filicidio. Entonces, cuando matan a una travesti por su condición de tal, se debe hablar de travesticidio”, manifestó Ricardo Kassargian, abogado y querellante por el INADI.
Quién era Diana Sacayán
Nacida en Tucumán, la militante y dirigente del colectivo trans tenía solo 39 años cuando fue asesinada de 13 puñaladas en un departamento humilde del barrio porteño de Flores.
Resistiendo a los fuertes prejuicios de una sociedad conservadora, en 2001 creó el Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (M.A.L), una organización dedicada a promover la inclusión educativa, laboral y sanitaria de las personas LGBTI.
Fuera de ocultarlo, siempre llevó a su origen diaguita con orgullo, por lo cual también se transformó en un ícono de la diversidad por sus raíces culturales.
Con una lucha de varios años, fue artífice del proyecto de ley bonaerense de cupo laboral trans, la cual fue finalmente aprobada y hoy lleva su nombre.
En 2012 había sido elegida como Defensora del Pueblo y electa en 2014 como secretaria mundial alterna trans de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex (ILGA).
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