Fútbol: Liga Chascomunense
Atlético Chascomús quedó eliminado del torneo Apertura de fútbol de primera división, organizado por la Liga Chascomunense. El empate en dos tantos en el Juan Silverio Oroz, clasificó a Atlético Ranchos, que había ganado de local por dos a uno. Ahora, los rancheros enfrentarán a Lezama Fútbol Club, que en un partido para el infarto y para la historia levantó una segura derrota, empató en tres tantos como visitante frente a Sport Club de Magdalena, y terminó ganando por penales.
En cuanto al cruce disputado en Chascomús, ganó el derecho a jugar la final el último campeón, que tuvo un merecido festejo, por haber sido superior en el balance de los ciento ochenta minutos. Ayer, en un partido disputado y parejo, Ranchos encontró la igualdad a diez minutos del final, cuando peor la estaba pasando y los de Chascomús habían logrado dar vuelta el tanteador. El fútbol, en definitiva, es así de cambiante y ofreció en la tarde soleada del domingo, todas sus alternativas.
En el estadio, hubo un gran marco de público, sobresaliendo lo colmado que estuvo el sector visitante, pero no le fue en zaga la platea del local.
Durante el primer tiempo, pocos comprendieron la disposición táctica del local: la dupla Bona/Devecchi volcó sobre el lateral izquierdo en sector casi defensivo a su mejor jugador, “Cholo” Martín. Así, perdió el juego que habitualmente este le aporta. Pero además, en el banco de suplentes quedó Federico González, saliendo desde el arranque Delas. González explicó las razones por las que debe ser titular: cuando ingresó, logró los dos goles de su equipo.
Durante la primera etapa, Atlético casi no inquietó, mostrándose firme Ranchos en el fondo, y tratando de apostar a alguna contra. Como una que no condujo bien Nicolás Expósito, cortando “Cholo” Martín su intento de pase hacia la derecha para la subida de Bossi. Pero tuvo también otro desborde por izquierda, que terminó en centro cruzando el área chica y que Julián Castro no llegó a conectar de cabeza ante un Barragán vencido. Se anotaron además dos remates desde fuera de área, en los que Barragán dio complicados rebotes largos.
Atlético Chascomús se mostró inconexo, siendo como casi siempre el más peligroso “Cuca” Salas, ganando casi todas las que buscó por afuera, pero sin poder terminar con buenos centros. La jugada curiosa fue motivada por el sol en el rostro del arquero ranchero, que derivó en una doble acción con el balón dando en el travesaño y en el poste tras intento del defensa visitante de sacarla al tiro de esquina. Hubo también otra situación en donde un centro desde la derecha se desvió en un ranchero y casi termina en gol en contra, sobre el arco que da a los toboganes. Los albirrojos pidieron penal pero el árbitro dio tiro de esquina.
El segundo tiempo, tuvo a Ranchos encontrando en el inicio el gol, a los siete minutos, en una pelota parada. Un preciso centro ejecutado desde la izquierda por Expósito, fue conectado de cabeza a la red por “Chelo” Salinas; hubo una duda en la salida del arquero, y quietud en los zagueros a la hora de buscar de arriba.
A los catorce minutos, cuando parecía todo encaminarse para el visitante, la fortuna devolvió al local al partido: Salinas pifió un intento de despeje, dejando la pelota “viva” sobre el sector derecho, que derivó a un verdadero “blooper”, ya que sobre izquierda del área el ingresado González se chocó el balón y terminó el mismo ingresando sobre el poste zurdo del arco ubicado sobre la calle González Chávez.
Envalentonado por el empate, Atlético pasó a vivir su mejor momento en el partido y en la llave. Con “Cholo” Martín jugando donde debe jugar, y más allá de un impreciso Manzzoni, se llevó a Ranchos por delante. Así, a los 24 el ingresado Sayar sacó desde la derecha un preciso centro, y mejor aún estuvo González, que anticipó en el área y peinó la pelota a la red.
Con la victoria, los locales forzaban los penales. Ranchos se mostraba golpeado anímicamente, y parecía que estaba para el tercero de los albirrojos. El público se ilusionó y el encuentro tuvo su mejor momento, en cuanto a emotividad.
Pero Ranchos logró sacar un “conejo de la galera”. A los 35 minutos Julián Castro aguantó la pelota, el zaguero lo dejó maniobrar sobre la izquierda y le permitió sacar el temible centro atrás, al punto del penal. Desde ese lugar, Camargo abrió con maestría el pie derecho y colocó la pelota entre gran cantidad de piernas, de forma suave y contra el palo izquierdo de Barragán; un golazo que significó el pase a la final.
Atlético tuvo tiempo para intentar el tercero (el árbitro adicionó seis minutos) pero careció de idas y se lo devoraron los nervios, al punto de no lograr generar peligro.
El silbato final del juez Yano (dirigió de forma correcta, más allá de algunos fallos puntuales) motivó el festejo alocado de los verdinegros, y la tristeza sin fin de los de la laguna.