El fallo de la Cámara de Apelaciones marplatense recayó sobre Oscar Echenique (61) y Ricardo Anselmini (53), culpables de secuestrar, torturar, abusar y asesinar a la menor en 2001.
Dos expolicías condenados a reclusión perpetua por el crimen de Natalia Melmann, la adolescente de 15 años asesinada en febrero de 2001 en la localidad balnearia de Miramar, seguirán en prisión luego de que la justicia de Mar del Pata rechazara beneficiarlos con la libertad condicional.
El fallo de la Cámara de Apelaciones marplatense recayó sobre Oscar Echenique (61) y Ricardo Anselmini (53), quienes fueron hallados culpables de secuestrar, torturar, abusar y asesinar a la menor de edad; y que, por el tiempo transcurrido en prisión, habían solicitado ser liberados con anticipación.
La decisión de la Cámara fue por mayoría dado que el juez Esteban Viñas votó por otorgarle el beneficio a los condenados, mientras que sus colegas Adrián Angulo y Marcelo Madina coincidieron en rechazar el pedido de la defensa.
De esta manera quedó firme el fallo del 22 de diciembre de 2022 del juez de Ejecución Penal 1 de Mar del Plata, Ricardo Perdichizzi, quien había rechazado otorgar la libertad condicional de Anselmini y Echenique.
La resolución de la Cámara fue celebrada por la familia de la víctima, que el viernes 20 de enero pasado, cuando se celebró la audiencia en la Cámara con todas las partes del proceso, para pedir para que no beneficien a los condenados.
En tanto, a través de la red social Facebook, los Melmann emitieron esta tarde un comunicado en el que remarcaron que los expolicías “seguirán por ahora presos, condición y lugar de donde nunca deberían salir”.
Además de Echenique y Anselmini también fue condenado a prisión perpetua como coautor del femicidio otro policía, Ricardo Suárez (58), y a los tres les atribuyeron los delitos de “rapto, abuso sexual con acceso carnal agravado por la pluralidad de personas y homicidio criminis causa”.
El hecho ocurrió el 4 de febrero de 2001, cuando Natalia fue obligada a subir a una camioneta de la Policía bonaerense y llevada a una casa ubicada en el extremo sur de la ciudad de Miramar. En esa vivienda, fue torturada, abusada sexualmente y estrangulada con el cordón de una de sus zapatillas.
Los tres policías trasladaron luego el cuerpo al vivero Florentino Ameghino, donde lo ocultaron con un montículo de hojas, pero fue hallado cuatro días más tarde durante uno de los tantos rastrillajes que se realizaron por esa zona.
El crimen provocó la reacción de la comunidad local, que encabezó junto a los familiares y allegados de la adolescente múltiples marchas para pedir por el esclarecimiento del caso y produjo incluso un impacto político: el entonces presidente, Fernando De la Rúa, se reunió pocos días después con los padres de la víctima en Miramar. (DIB con información de Télam)