En el escenario general de recortes presupuestarios y ajuste, el Teatro Argentino de La Plata no es la excepción. A partir de enero de 2018, comenzó un proceso de supresión de las secciones Técnica, Ropería, Tintorería y Archivo de Vestuario, que fueron absorbidas gradualmente por la sección de Sastrería. El 22 de marzo, el director de Producción Escenotécnica, Enrique Bordolini, decidió fusionar formalmente las mencionadas secciones, creando una conducción unificada en la jefa de Sastrería. El resultado fue el esperado. Personal que pasó a ser prescindible y la reducción de costos a la que ya se viene acostumbrando el gobierno. Llamó la atención no obstante la actitud tomada por los gremios, especialmente ATE y Maquinistas Teatrales, quienes sospechosamente no mostraron ninguna oposición.
La última vez que había ocurrido un proceso similar en estas secciones fue, justamente, durante la dictadura cívico-militar que asoló al país entre 1976 y 1983. En el afán de considerar al arte como algo superficial y poco útil, los militares, al igual que ahora lo hace el gobierno de Cambiemos, redujeron secciones enteras del teatro a través de memorandos prácticamente iguales a los utilizados en esta ocasión.
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