La expresidenta le va a responder a Milei en su primer acto público durante la presidencia del libertario. Pero el acto se da en un contexto de tensión política en el peronismo.
Cristina Fernández de Kirchner encabezará el próximo sábado su primer acto político de la era Milei: un homenaje a Néstor Kirchner al cumplirse 21 años de su elección como presidente, en 2001, que se realiza en Quilmes, un partido gobernado por la camporista Mayra Mendoza.
La propia CFK anunció su reaparición en X, con un texto en el que cuenta que la invitación le llegó el lunes, mientras mirada la cadena nacional en la que el presidente Javier Milei anunció el superávit fiscal del primer trimestre.
La coincidencia le dio pie para comunicar el foco de su participación: “reflexionar sobre este particular momento de la historia argentina, sobre este experimento del anarco-capitalismo y el sacrificio inútil al que está siendo sometido el pueblo argentino”.
La referencia es una respuesta directa a Milei, quien en su discurso habló de la “mayoría de argentinos que está sufriendo, a los que les prometió que esta vez ese esfuerzo “va a valer la pena”.
Cristina ironizó sobre el uso de la expresión “no es magia” por parte del presidente, idéntico al slogan “no fue magia” utilizado para reivindicar sus gestiones al frente del poder ejecutivo.
El desembarco de CFK se produce en el municipio gobernado por Mayra Mendoza, una militante de La Cámpora muy cercana a Máximo Kirchner, el líder de la agrupación e hijo de la Expresidenta.
El contexto político es tenso: en el peronismo de la Provincia existen roces entre el camporismo y un conjunto de dirigentes que se referencian con Kicillof y que han cuestionado la conducción del partido que lleva adelante Máximo Kirchner.
La más altisonante de esas intervenciones fue la de Andrés “Cuervo” Larroque, ministro de Desarrollo de la Comunidad de Kicillof, quien en un acto dijo que la “conducción de Cristina” es que “tres ñatos manden un WhatsApp” y que el Gobernador ganó su reelección “no con toda la colaboración necesaria de nuestra fuerza política”, en clara alusión a La Cámpora.
Una de las encargadas de responder por parte del camporismo fue Mendoza, que horas después del acto de Larroque recibió a Kicillof en una visita a su municipio y luego difundió una foto que daba imagen de poca armonía: aparecen con gesto adulto, mirando hacia direcciones opuestas. (DIB) AL