El ministerio de Salud dijo que durante la semana epidemiológica 12 se registró un aumento del 27,7% respecto de la semana anterior. La Ciudad de Buenos Aires confirmó un total de 3.436 casos.
En lo que va de 2023, se confirmaron más de 28 mil casos de dengue y más de 900 de chikungunya en todo el país, según el último informe del Ministerio de Salud de la Nación, publicado después de que los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertaran del aumento de casos de esta enfermedad y de la fiebre chikungunya.
Según el reporte, hasta la semana epidemiológica 13 de este año, es decir hasta el 1º de abril pasado, se notificaron 28.235 casos de dengue, de los cuales 25.419 adquirieron la infección en el país; y se detalló además, que durante la semana epidemiológica 12 se registró un aumento de casos del 27,7% respecto de la semana anterior.
También se informó que al momento, la circulación de este virus se identificó en 14 jurisdicciones correspondientes a tres regiones: Región Centro (Buenos Aires; Ciudad Autónoma de Buenos Aires; Córdoba; Entre Ríos; Santa Fe); región NEA (Corrientes; Formosa; Chaco) y región NOA (Catamarca; Jujuy; La Rioja; Salta; Santiago del Estero y Tucumán).
El dengue es endémico en 100 países, pero representa una amenaza para otros 29. El número de casos aumentó de forma exponencial estos últimos años, pasando de medio millón en 2000 a 5,2 millones en 2019, que fue el peor año, según informó esta semana Raman Velayudhan, que coordina la iniciativa de la OMS sobre el dengue y los arbovirus.
En 2022, según el experto, hubo “un aumento del dengue en muchas partes del mundo”. Por ejemplo, en la región de América registraron 2,8 millones de casos con más de 1.200 muertes. Considera, por tanto, que “es realmente preocupante”, porque “esto demuestra que el cambio climático desempeñó un papel clave en facilitar la propagación del vector, los mosquitos, hacia el sur”.
Este virus no tiene no tiene tratamiento e incluso las vacunas “apenas están apareciendo en el mercado en estos momentos”, explicó. Por su parte, Diana Rojas Álvarez, jefa técnica de Zika y chikungunya de la OMS, advirtió que la situación actual en el hemisferio sur, con una transmisión endémica de estos tres virus, “podría ser una anticipación de lo que podría ocurrir” en Europa en el próximo verano.
El dengue es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito del género Aedes, principalmente por Aedes aegypti. Su nombre significa “aquel que se encorva” y refiere a la apariencia inclinada que adquieren algunas personas que lo padecen a causa de los fuertes dolores articulares que provoca.
Cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona infectada por el virus dengue lo adquiere y luego de 8 a 12 días es capaz de transmitirlo a una persona sana a través de la picadura.
Los síntomas son fiebre acompañada de uno o más de los siguientes síntomas: dolor detrás de los ojos; de cabeza; muscular y de articulaciones; náuseas y vómitos; cansancio intenso; aparición de manchas en la piel y picazón; sangrado de nariz y encías.
Ante un diagnóstico de dengue es preciso seguir las indicaciones del personal de salud y asistir a las consultas de seguimiento y control. Si al momento de disminuir la fiebre o en los días posteriores, alguno de los síntomas se agudiza, reaparece o se detectan síntomas nuevos (dificultad para respirar, dolor abdominal intenso, sangrado profuso de mucosas, irritabilidad a somnolencia, vómitos recurrentes), es pertinente realizar una consulta médica inmediata.
La principal forma de transmisión de dengue y chikungunya es por picaduras de mosquitos infectados, y es por ello que la medida más importante de prevención es la eliminación de todos los criaderos de mosquitos (recipientes que contengan agua, tanto en el interior de las viviendas como en sus alrededores).
Es de destacar que el mosquito adhiere sus huevos a las paredes de los recipientes, por lo que además se refuerza que es clave que, además de cambiar el agua con frecuencia si no se puede eliminar los recipientes que la contienen, es necesario cepillar el interior de las paredes para eliminarlos.
Para evitar la picadura del mosquito se recomienda utilizar repelente siguiendo siempre las indicaciones del envase y se sugiere usar ropa de manga larga y colores claros. Para proteger a los bebés (que no pueden usar repelente), se deben colocar redes o tules sobre cunas y cochecitos; y en relación al hogar, es importante disponer mosquiteros en puertas y ventanas y usar repelentes ambientales como tabletas, aerosoles (interior) o espirales (exterior).
La aplicación de insecticida mediante fumigación sólo sirve para eliminar mosquitos adultos siempre y cuando entren en contacto con el insecticida en el momento que es aplicado ya que el mismo no tiene poder residual y tampoco elimina formas inmaduras del mosquito (huevos, larvas y pupas); por lo que no es suficiente para controlar estas enfermedades si no se erradican los criaderos de nuevos mosquitos.
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