Hay ocasiones en la historia de los países que resultan definitorias porque convergen circunstancias que hacen que las conductas que se materializan hoy tengan influencia preponderante en el futuro de esa sociedad.
El presente nos enfrenta con una realidad muy dura en lo económico y en lo social.
También en un marcado deterioro de las instituciones de la democracia y de la República socavadas por el propio gobierno y por gran parte de los principales dirigentes del oficialismo.
El juzgamiento y la acusación por reiteradas maniobras en contra del patrimonio de los argentinos y en beneficio personal, de sus amigos y familiares que encabezó la actual vice presidente Cristina Fernández de Kirchner y que motivara la valiente intervención de fiscales de la Nación ha generado distintas reacciones muchas de las cuales se inscriben en la peor tradición autoritaria y antidemocrática que lamentablemente atravesamos en distintos momentos de nuestro país.
Así escuchamos como desde las más altas investiduras del Estado se ataca sin miramientos la independencia del poder judicial, impugnando a uno de los poderes del estado, desconociéndolo y amenazando a los jueces que deben prontamente tomar una decisión sobre las gravísimas acusaciones de los fiscales.- Se levantan algunos intendentes ,gobernadores y militantes del oficialismo intentando poner en duda lo que para la gran mayoría de la población es una certeza- Pero fundamentalmente y esto es lo más importante, es certeza para quienes dentro de la Constitución y la ley son los encargados de velar por la vida y el patrimonio de todos los argentinos.-
Vivimos en democracia y en una República, donde existen tres poderes que son independientes y se controlan entre sí y en donde todos somos iguales ante la ley.
Desconocer esto es asumir conductas claramente golpistas que no estamos dispuestos a tolerar.
No nos asustarán las patoteadas ni las amenazas violentas.
Somos defensores de la Paz y la libertad y como ciudadanos de un país al que hay que recuperar estamos bien dispuestos a defender sus instituciones.