La importancia de cuidar el Museo Pampeano y los elementos que se exponen

Un carruaje que no dará un paseo de fantasía

 

 

El año pasado, al cumplirse un nuevo aniversario del Museo Pampeano, el Municipio publicó una nota en la que afirmaba, con certeza, que “el objetivo principal del Museo es reunir, conservar y exhibir adecuadamente las expresiones materiales del pasado bonaerense que se vinculan con la pampa como asiento del indígena primero, como patria del gaucho y del hombre de campo, después”.
Esta definición si duda establece un marco de actuación al que el funcionario de turno debería ajustarse, entendiendo cuáles son sus atribuciones.
Hace poco tiempo el Museo sufrió un percance que fue la caída de un árbol sobre su edificio, algo sin duda accidental, sin responsabilidad de sus autoridades, salvo lo que podría interpretarse como una mala elección del ejemplar hace muchos años cuando fue plantado.
Pero hay otros hechos en los que sí habría que poner la mirada y analizar si deben formar parte de las actividades que en su entorno se realizan.
Sin duda las vinculadas a la educación, como visitas guiadas a estudiantes, picnic de lectura, charlas culturales y muestras, por ejemplo, se relacionan estrechamente con los objetivos del Museo.
No es tan claro el uso para obras de teatro, cine u otro tipo de espectáculos artísticos, aunque su realización generalmente es en los jardines, alejada de lo que se expone en las salas.
Un uso que no tiene ningún sentido aunque sea en el predio, es el que se hace para dar clases de yoga, que bien pueden dictarse en cualquier otro espacio.
Pero el cuidado mayor debe realizarse sobre los elementos que se exponen, que han sido donados por los vecinos para su custodia.
Por tal motivo el movimiento externo de los mismos, no solamente debe estar permitido por las autoridades del Museo, sino que debe estar autorizado por el Concejo Deliberante, aunque sea para su reparación.
Un ejemplo de ello fue el envío para su arreglo, hace poco tiempo, de uno de sus carruajes, por parte de la Asociación Amigos del Museo que se hizo cargo del costo de los trabajos, que contó además del cumplimiento de todo lo solicitado, hasta con un dictamen positivo de la Comisión de Patrimonio Histórico.
La restauración fue exitosa y dicho carruaje hoy engalana al Museo.
No obstante, y relacionado con los caprichos de los funcionarios de turno, al gobierno municipal actual  se le ocurrió utilizar, con el objeto de participar en el Desfile Tradicional en homenaje a la Fundación de Chascomús y a la visita del Alcalde de Lalín, el break de estancia, que es justamente el carruaje que se reparó.
Para hacerlo el Ejecutivo Municipal envió un proyecto de ordenanza al Concejo Deliberante para su tratamiento este jueves, que afortunadamente ni siquiera se tratará.
Esta idea de utilizar una pieza inventariada para dar un paseo, no contó ni con el apoyo de las autoridades del Museo, ni de la Asociación Amigos del Museo, ni de la oposición, lo que le puso punto final a la fantasía.