Luego de la compra de 300.000 dosis a Rusia de la Sputink V y el acuerdo con AstraZeneca, el Gobierno debe seguir adquiriendo más dosis para no dejar afuera del plan de vacunación a más de 15 millones de adultos
El jueves último el Gobierno celebró la llegada al país de 300.000 dosis de la vacuna rusa Spunik V contra el coronavirus y anunció que para enero y febrero llegarían más dosis.
Con este primer lote que arribó en el avión Airbus 330-200 de Aerolíneas Argentinas desde Moscú, el Estado comenzará desde el lunes su Plan de Vacunación contra el COVID-19 a nivel nacional. Según informó el Ministerio de Salud, las 300 mil dosis serán distribuidas directamente a las provincias, de acuerdo a un cociente basado en cantidad de médicos y centros de salud habilitados, ya que la prioridad está sobre el personal sanitario, quienes serán los primeros que reciban la primera dosis de la inmunidad.
Según la estrategia diseñada por el Gobierno, la Campaña Nacional de Vacunación contra el COVID-19 apunta a proteger en primer lugar a las seis poblaciones de riesgo que totalizan 16 millones de argentinos. Según el orden estipulado, las dosis serán aplicadas de acuerdo a esta prioridad: primero, el personal de salud (394.000 médicos y enfermeros); segundo, adultos de 60 años y más y personas mayores residentes en geriátricos(7.124.382 adulto mayores); tercero, adultos de 60 a 69 años; cuarto, Fuerzas Armadas (77.861 militares) y de seguridad (312.202 efectivos); quinto, adultos de 18 a 59 años de grupos de riesgo con enfermedades de base (7.107.657 personas); y por último personal docente y no docente (1.057.136). Así, integrarían este gran grupo prioritario 16.073.238 argentinos.
Y quedarían afuera de este escenario dos grandes grupos: 14.554.190 menores de 18 años (no contemplados por ahora en los ensayos con vacunas), y 14.749.335 adultos de entre 18 y 60 años que no configuran población de riesgo al no padecer enfermedades crónicas como obesidad, diabetes y enfermedad cardiovascular, renal o respiratoria.
Cobertura del Gobierno
Sacando afuera al primer grupo de menores de 18 años que suman casi 14,5 millones y que no serán vacunados en ningún país del mundo por ahora hasta tanto avancen las investigaciones médicas sobre la seguridad y efectividad de las vacunas en ellos, quedan casi 15 millones de adultos jóvenes que no estarán contemplados dentro del Plan de Vacunación Nacional, por lo menos en el primer semestre de 2021.
Respecto a las dosis compradas a Rusia, hasta ahora, el Gobierno confirmó la llegada de 300.000 dosis esta semana. Además, en conferencia de prensa, el ministro de Salud Ginés González García adelantó que en enero el país recibirá 5 millones de dosis más. Y que en febrero sumarán 14 millones de dosis de Sputnik V, con opción de compra de 5 millones más si hace falta reforzar el lote de vacunas. Todo ello totalizará 19,3 millones de vacunas a febrero, con opción de que alcancen las 24,3 millones de dosis para inmunizar totalmente a 12,1 millones de argentinos.
Además, el Gobierno alcanzó un acuerdo con el laboratorio AstraZeneca para adquirir en marzo 22 millones de dosis que alcanzarán a cubrir a 11 millones de argentinos más. Pero para ello, aún falta que la vacuna sea aprobada por la entidad regulatoria argentina, la ANMAT, o bien sea aprobada por el Gobierno, como ocurrió con la vacuna Sputnik V. De ser así, totalizaría 33 millones de argentinos cubiertos frente al COVID-19 con dos dosis de vacunas aplicadas cada uno a marzo de 2021. Recordemos que según los científicos, ambas dosis de la vacuna Spunik V se deben aplicar con una diferencia de 21 días para alcanzar el 95% de efectividad. Y que la vacuna de Oxford/AstraZeneca debería ser aplicada con una diferencia de 28 días.
Es de destacar también que, frente a las recientes críticas, el Gobierno volvió a impulsar las negociaciones con el laboratorio Pfizer para su vacuna que produce junto a BioNTech. Esta vacuna fue la primera que se utilizó en Argentina para ensayo clínico, con 6000 voluntarios que participaron del mismo, totalizando la mayor cantidad en el mundo que recibieron en forma experimental esta inoculación. Además, el Estado busca llegar a un acuerdo con el laboratorio chino Sinopharm para el arribo de sus vacunas en los próximos meses, tal como ya lo hicieron en Brasil esta semana.
Al igual que ocurre en la mayoría de los países del mundo, la estrategia de vacunación argentina, busca inmunizar a los grupos poblacionales que hasta este momento de la pandemia han tenido mayores niveles de internación y las tasas de mortalidad más altas, que son el personal de salud, las personas con comorbilidades y los mayores de 70 años. El promedio de edad de los fallecidos en argentina ronda los 73 años.
Frente a esta tendencia, llegó hoy una buena noticia desde Moscú. El Ministerio de Sanidad de Rusia autorizó este sábado la vacunación contra el COVID-19 para los mayores de 60 años con el preparado ruso Sputnik V. “El Ministerio de Sanidad aprobó cambios en las instrucciones de uso del medicamento. Así, los ciudadanos mayores de 60 años también podrán vacunarse contra el coronavirus”, anunció Mijaíl Murashko, ministro de Sanidad, a la televisión pública de esa nación. Hasta ahora la vacuna rusa, que empezó a utilizarse masivamente en el país el pasado 15 de diciembre, sólo se estaba aplicando a personas de entre 18 y 60 años.
Murashko subrayó que los últimos análisis confirmaron que el uso de Sputnik V no representa ningún riesgo para las personas mayores. La pasada semana el presidente ruso, Vladimir Putin, admitió en su rueda de prensa anual que no podía vacunarse porque su edad, 68 años, no se lo permitía.
“Yo atiendo a las recomendaciones de nuestros especialistas y por eso por ahora no me he puesto la vacuna, pero lo haré sin falta cuando sea posible”, dijo el presidente, que cumplió 68 años en 7 octubre pasado. Eso despertó suspicacias en algunos países interesados en adquirir la vacuna rusa como en Argentina, el primero en registrar Sputnik V el 23 de diciembre coincidiendo con la llegada de un avión con las primeras dosis. (Fuente: Infobae)