Miriam Quiroga reveló que Néstor Kirchner llevaba la cuenta de las coimas en su propio cuaderno espiralado

Miriam Quiroga, la mujer que dijo haber tenido una relación sentimental con Néstor Kirchner, le dio al fiscal Carlos Stornelli una de las declaraciones más detalladas y precisas de cómo era la intimidad de la Casa Rosada con el manejo de dinero y los bolsos que movía no solo el ex secretario presidencial Daniel Muñoz y otros funcionarios. Incluso, reveló que los traslados de dinero comenzaron en la campaña presidencial de 2003 y que uno de los responsables de la ex SIDE, Francisco «Paco» Larcher, «monitoreaba los traslados y ya desde el sur se encargaba de recaudar dinero para la campaña».
Quiroga no solo confirmó que Néstor Kirchner tenía sus propios «cuadernos espiralados» para llevar la cuenta de lo que lo que le debían y que lo escuchó quejarse para que terminaran rápido las obras porque tenía «la puerta de la bóveda» para la casa de El Calafate, sino que atestiguó que Cristina Kirchner, tras la muerte de Néstor, convocó a una reunión en la Quinta de Olivos para que la informaran de los negocios de su marido, un dato que comprometería a la ex presidente al aludir a la continuidad de esos manejos.
Se quejó de cómo la trató el juez federal Luis Rodríguez, cuando investigó y sobreseyó a Daniel Muñoz, después de que ella contara en televisión que había visto el traslado de bolsos. Fue describiendo a cada uno de los secretarios privados y sus crecimientos patrimoniales. Habló de varios de los personajes claves, desde Hilda Horovitz, la esposa de Oscar Centeno («me alcanzó una documentación que entendía que era comprometedora de Julio De Vido, Roberto Baratta y Oscar Centeno» para que la llevara al programa de Jorge Lanata) hasta Ernesto Clarens, Claudio Uberti, José López o Julio De Vido. También detalló cómo era el trato de Néstor con empresarios como Lázaro Baez o Cristobal López o los hermanos Esquenazi.
Tras confirmar su vínculo sentimental con Néstor Kirchner durante diez años, Quiroga reveló además cómo era su trato con Cristina Kirchner y cómo terminó echada del gobierno, tras la muerte del ex presidente.
Los cuadernos de Néstor. «Tenía cuadernos espiralados comunes, así tenía sus anotaciones. Nunca tuve acceso a ellos pero los vi. Un día los quise ver pero no me lo permitió. Sé que anotaba lo que le debían. Así me lo refirió Daniel Muñoz. Después de la muerte de Kirchner escuché que Cristina citó en Olivos a los que tenían manejo de negocios para que le rindieran cuentas. Supongo que se refería a los negocios de Néstor, así se referían en el entorno pero no puedo precisar más que esto».

Las bóvedas de los Kirchner. «No me consta y nunca estuve en ninguna de las propiedades del matrimonio presidencial. Sí recuerdo haber escuchado durante un viaje al sur en el Tango 01 una conversación telefónica del presidente enojado y reclamando que se terminara la obra porque ya tenía la puerta para una bóveda. Desconozco con quién hablaba. Era relacionada con la casa de El Calafate».

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