La actualización será para todo el año que viene y se encuentra casi 10 puntos porcentuales por debajo de la establecida para 2020, que fue de 44,28%.
A partir del 1 de enero de 2021, el mínimo no imponible (MNI) para el pago del Impuesto a las Ganancias aumentará 35,38 por ciento, casi 10 puntos menos de lo establecido para 2020. La suba queda inamovible para todo el año que viene.
Con esta actualización, tributará el impuesto un empleado soltero que gane por encima de $74.810 netos al mes, mientras que un empleado casado con dos hijos lo hará a partir de los $ 98.963,20, según cálculos del tributarista Cesar Litvin.
En caso de que los contribuyentes cuenten con algún tipo de deducciones familiares que puedan realizar, los umbrales podrán modificarse.
La suba se encuentra casi 10 puntos porcentuales por debajo de la pautada para 2020, la cual fue de 44,28 por ciento.
Durante este 2020, tributaron los empleados solteros a partir de un ingreso neto de $55.261 al mes, al tiempo que para los casados el umbral de pago se elevó a $ 64.415 con un hijo, y a $73.014 pesos si tenían dos.
Dos cuestiones a tener en cuenta: en primer lugar, que el nuevo incremento queda fijo para todo el 2021 y, en segundo lugar, que las retenciones se calculan sobre los sueldos netos, dado que los descuentos como el aporte jubilatorio y el pago de la obra social no son base imponible.
De acuerdo a Litvin, el actual régimen necesita tres modificaciones. «La primera es que con esta escala de inflación debería ser de actualización semestral y no anual. Con esta inflación con cualquier recuperación posterior que se haga del salario, una parte de esa recuperación va a generar que una parte vaya al Estado y la otra al trabajador», explicó a la agencia Télam.
A su vez, indicó que «en segundo lugar, este índice no es el más adecuado. En vez del Ripte hay que utilizar el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Desde se utiliza este índice ya se lleva un 62% de retraso respecto al IPC», y concluyó asegurando que «los autónomos están siendo perjudicados porque tienen deducciones menores que los asalariados», diferencia que puede llegar al 60 por ciento. (Fuente: Página 12)