En la Basílica de Luján
La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) expresó ayer un fuerte rechazo a la legalización del aborto, ante el inminente envío de un proyecto de ley del Gobierno nacional al Congreso, sostuvo que “no es lícito eliminar ninguna vida humana” y destacó la necesidad de “discernir prioridades” en un país que tiene “altos niveles de pobreza e indigencia”. El obispo de Chascomús Carlos Malfa, fue una de las principales figuras públicas de la Iglesia Católica, que participó ayer de esta misa multitudinaria.
El presidente de la CEA, monseñor Oscar Ojea, al presidir la masiva celebración eucarística, en el marco de la denominada “Misa por las mujeres y la vida” con que la Iglesia católica conmemoró el Día Internacional de la Mujer, pidió que el próximo debate sobre el tema no caiga en la “descalificación” ni la “estigmatización”.Justo una semana después de que el presidente Alberto Fernández anunciara ante la Asamblea Legislativa su intención de enviar en los próximos días un proyecto al Parlamento para legalizar la interrupción voluntaria del embarazo, el obispo de San Isidro reiteró la postura histórica de la Iglesia y, con enérgicas palabras, habló ante decenas de obispos y sacerdotes, y números fieles llegados de distintas partes de Buenos Aires e incluso otras provincias. La celebración fue presidida por Ojea, y concelebrada por el vicepresidente primero del organismo, arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Mario Poli; el vice segundo, monseñor Marcelo Colombo, y el secretario general, monseñor Carlos Malfa, entre otros obispos, y tuvo su réplica en catedrales y templos de todo el país.