Una multitud disfrutó un gran clásico en Brandsen

Las Mandarinas ganó ante Progreso

En lo que fue un partido de multitudinaria convocatoria, que tuvo absolutamente de todo como para justificar la propuesta, Las Mandarinas derrotó a Progreso en el clásico de Brandsen, y se metió en las semifinales del torneo Apertura de primera división de la Liga Chascomunense de Fútbol. Este diario, presente en el campo de juego, corroboró lo que afirman los futboleros liguistas: nadie puede dejar de ver un duelo entre Progreso y Las Mandarinas.
Los verdeamarillos aprovecharon una sumatoria de errores de los rojiverdes, y se regalaron una fiesta en el Clemente Jáuregui Lorda, al imponerse por cuatro a dos.
El marco de público fue impactante: no hay otro partido en toda la región de la Liga Chascomunense, que pueda ofrecer semejante marco. Ayer, lo que dieron los jugadores en el campo de juego, estuvo a la altura de la tarde. Fuegos artificiales, bombos, banderas, familias enteras de un lado y de otro, numeroso operativo policial y por fortuna, ningún tipo de incidente, más allá de las cargadas de una tribuna a la otra.
Las Mandarinas –que clasificó casi por la ventana a los play off- se metió atrás y buscó jugar un partido de contragolpe en todo momento, metiendo pelotazos cruzados a espaldas de los defensas locales, que no tuvieron buena tarde. Progreso se mostró más pulcro en el manejo de la pelota, intentando por abajo, en un campo de juego que no estaba en buena condición (mucho aserrín y arena, para disimular el barro).
Antes del cuarto de hora, Albarracín puso arriba a Las Mandarinas de penal; el delantero fue la figura de su equipo, pero salió lesionado a poco del final, y preocupa y mucho lo que pueda haber sucedido con su rodilla derecha.
Parecía que el visitante se iba a ir al vestuario ganador, pero un error grosero de su arquero permitió el empate de Ermácora, que se metió casi sin darse cuenta con pelota y todo.
En el segundo tiempo, el envión anímico del empate hizo que el local iniciara mejor, tratando de salir por los costados, aunque mostró a un “Topo” López lento como delantero, y errores en el fondo que anticipaban los dolores de cabeza que llegarían.
Un simple pelotazo largo y frontal desde los zagueros, las dudas entre los centrales de Progreso y un arquero mudo, permitieron el gol de Las Mandarinas, con un toque de su delantero por encima de los desorientados defensores rojiverdes, que quedaron discutiendo con su compañero de arco.
En un corner que vino desde la derecha sobre el arco que está hacia el arco del portón de ingreso al estadio, Progreso encontró cinco minutos después el segundo empate de la tarde. Pero siguió cometiendo errores, arriesgando en defensa y no tomando como corresponde marcas de delanteros que si hubieran estado en otro momento de sus carreras (Pepe Sánchez en la visita mostró un bajo nivel) hubieran liquidado el pleito bastante antes.
En una pelota parada y a los veinticinco minutos, el balón cayó a la medialuna, peinando la misma Sánchez para que el número cinco de Las Mandarinas aparezca solo dentro del área, perfectamente habilitado: tuvo tiempo de controlar y fusilar al arquero.
Progreso tiró varios centros pero sin peligro, apenas una chance inmejorable en los pies de su número diez, que se lo perdió solo ante el arquero rematando afuera.
En el último minuto y tras varias réplicas desperdiciadas, el ingresado número quince anotó el cuatro a dos definitivo.
Ahora, Las Mandarinas se eliminará con Deportivo Chascomús, en semifinales.

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