Medicina Preventiva: manipulación de alimentos y cadena de frío

Con el objetivo de cuidar la salud de nuestra comunidad, desde la Dirección de Atención Primaria y Medicina Preventiva se ofrece una serie de recomendaciones al momento de manipular y mantener la cadena de frío de los alimentos.

Los alimentos son seguros cuando no tienen microbios peligrosos, químicos tóxicos o agentes físicos externos (tierra, insectos, pelo, etc.) que son un riesgo para nuestra salud. La correcta manipulación de los alimentos es una importante medida de prevención del síndrome urémico hemolítico y enfermedades diarreicas.
Para que el agua sea considerada “segura”, ésta no debe tener ni olor ni color y debe haber recibido algún tratamiento de purificación.
Consumí agua y alimentos seguros:
• Utilizá agua segura para lavar las frutas y vegetales, y para preparar los alimentos.
• Utilizá agua segura para lavarte las manos y los dientes.
• Si el agua no es segura, podés purificarla hirviéndola o agregándole cloro o lavandina. (Ir a Agua segura)
Mantené la limpieza
• Lavate las manos antes de comer o preparar alimentos y después de ir al baño. Utilizá jabón y agua segura.
• Limpiá y desinfectá las áreas donde se preparan los alimentos.
• Protegé la comida tapándola.
Separá carnes y pescados crudos del resto de alimentos
• Separá siempre los alimentos crudos (especialmente las carnes y el pescado) de los alimentos cocidos.
• Guardalos separados en recipientes limpios y con tapa.
• Utilizá diferentes utensilios para preparar alimentos crudos y cocidos (tabla, cuchillo, tenedor, etc.).
Cociná los alimentos completamente
• Cociná las carnes, el pollo, los huevos y el pescado hasta que estén bien cocidos.
• En el caso de la carne (vaca y cerdo) y el pollo, cocinalos hasta que la parte interior no se vea rosada.
• Recalentá la comida hasta que esté bien caliente o hirviendo (por los menos durante 5 minutos).
Mantené los alimentos a temperaturas seguras (Bien fríos o bien calientes)
• No dejes alimentos cocidos a temperatura ambiente por más de 2 horas.
• Mantené la comida bien caliente (hirviendo) hasta el momento de servirla.
• Mantené la leche, el queso y los alimentos perecederos refrigerados.
• Si vas a comer en la playa o hacer un picnic, trasladá la comida en una heladera portátil, y preservala del calor, colocándola debajo de una carpa o una sombrilla.

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