El paciente, de 30 años, se comunica con un lápiz óptico iluminado sujeto a una gorra de béisbol que le permite señalar con la cabeza las letras de una pantalla.
Científicos estadounidenses anunciaron que un hombre con parálisis, incapaz de hablar o escribir en un teclado, consiguió expresar más de mil palabras gracias a una neuroprótesis que traduce sus ondas cerebrales.
La investigación del equipo de la Universidad de California en San Francisco (UCSF), publicado en la revista científica Nature Communication, permitió que una interfaz cerebro ordenador decodificara 26 letras del alfabeto internacional por palabras que los humanos utilizan para articular silenciosamente.
El año pasado, esta interfaz permitía expresar en lenguaje hablado 50 palabras comunes que el hombre intentaba pronunciar.
El autor del desarrollo, Sean Metzger, explicó que “para decir ‘cat’ (gato en inglés), diría Charlie-Alpha-Tango”, y luego una interfaz utiliza un sistema de modelización del lenguaje en tiempo real para determinar qué palabras o errores se detectan en la secuencia de letras. De este modo, los investigadores pudieron decodificar unas 1.150 palabras, que representan “más del 85% del contenido de las frases habituales en inglés”.
A su vez, una simulación demostró que este vocabulario puede alcanzar más de 9.000 palabras, “el número de palabras que la mayoría de la gente utiliza a lo largo de un año”, señaló Metzger.
La interfaz fue capaz de descodificar unas 29 letras por minuto, con una tasa de error del 6%, lo que representa siete palabras por minuto, y Metzger cree que esta velocidad podría aumentar en el futuro.
El participante del experimento, un hombre de 30 años con un trastorno del lenguaje a raíz de un derrame cerebral que sufrió hace diez años, recibió el nombre de BRAVO1 por el nombre de la interfaz (Brain-Computer Interface Restoration of Arm and Voice trial).
BRAVO1 se comunica con un lápiz óptico iluminado sujeto a una gorra de béisbol que le permite señalar con la cabeza las letras de una pantalla.
En 2019, los investigadores le implantaron un electrodo de alta intensidad en el cerebro por encima de la corteza cerebral, motor responsable del habla, lo que permitió detectar los impulsos eléctricos que se generan allí cuando el paciente intenta hablar.
Por su parte, el profesor de neuroprótesis de la Universidad de Newcastle (Reino Unido), Patrick Degenaar, celebró los “impresionantes resultados”, pero agregó que este tipo de cirugía es “muy invasiva y de alto riesgo”, motivo por el que un dispositivo de este tipo solo podría utilizarse en un número muy reducido de pacientes, al menos en el futuro próximo. (DIB)