El Gobierno le pagó al FMI y las reservas perforaron los u$s22.000 millones

Se canceló en un solo pago, según lo pautado entre las dos partes, tres vencimientos del mes: uno por u$s1.280 millones, otro de u$s640 millones y un tercero por u$s673 millones el último día hábil de octubre.

El Gobierno le pagó hoy casi u$s2.600 millones (el equivalente a SDR 1975 millones, la unidad en que se expresan los Derechos Especiales de Giro – DEGs) al Fondo Monetario Internacional (FMI) en concepto de los vencimientos de octubre, que acordó acumular en un solo desembolso.

Se canceló en un solo pago, según lo pautado entre las dos partes, tres vencimientos del mes: uno por u$s1.280 millones, otro de u$s640 millones y un tercero por u$s673 millones el último día hábil de octubre.

Así, las reservas del Banco Central quedaron en u$s21.861 millones, el nivel más bajo desde el 2006, luego de que Néstor Kirchner decidió pagar toda la deuda con el organismo multilateral de una sola vez.

El pago se realizó con DEGs que tenía en su haber el Banco Central (BCRA) y yuanes, provenientes de la ampliación del swap, que se aprobó hace pocos días por el equivalente a u$s6.500 millones (u$s1=7,31 yuanes), lo que ratifica el nuevo rol de China como prestamista de última instancia en el mundo.

Cómo impactó el pago en las reservas del BCRA

El impacto se vio en las reservas del BCRA, que habían cerrado el lunes en u$s24.612 millones y ahora cayeron en u$s2.754 millones y las hicieron perforar los u$s22.000 millones hoy por la tarde.

Asimismo, tal como advirtió a Ámbito el economista y director de Eco Go Sebastián Menescaldi, “tendrá también impacto en la liquidez del BCRA” dado que lo que ganó el regulador monetario con la activación de los u$s6.500 millones del swap con China fue justamente la posibilidad de fortalecer sus reservas netas, lo que redunda en mayor poder de fuego y de pago.

Con este desembolso y el de intereses que se viene, explicó Menescaldi, “deja la liquidez disponible en un nivel más bajo de cara al balotaje” y explica que, para contrarrestar eso, el Gobierno controla fuertemente las importaciones y compra la mayor cantidad de dólares posible gracias al programa de incremento exportador en los últimos días.

Sin embargo, eso se vio morigerado por la aplicación de los DEGs a parte del pago. Tal como explicó el economista de Equilibra Lorenzo Sigaut Gravina se combinaron esos instrumentos que aún tiene en su poder el BCRA (alrededor de u$s1.860 millones, tal como se desprende de los datos que informa el Central) con unos u$s1.000 millones en yuanes. Eso hará que el impacto en las reservas netas sea menor, aunque sería indistinto para las brutas.

Se viene un vencimiento de intereses antes del balotaje

En tanto, en seis días, por otro lado, el lunes 6 de noviembre, justo 13 días antes del balotaje, se espera que se realice una nueva cancelación de intereses por unos u$s820 millones (que son unos SDR 630 millones) que vencen en noviembre. Sin embargo, la fecha cae justo el Día del Bancario, por lo que no funciona el sistema financiero en su mayoría y se espera que se corra la fecha prevista para el pago.

Se trata de un último desembolso antes de la próxima evaluación de metas al FMI. En este caso, en concepto de intereses, que vencen el mes que viene y, por tratarse de una cancelación de ese tipo y no de desembolsos lisos y llanos, ese pago es impostergable, de acuerdo con las normas que fija el Fondo.

Estos pagos al Fondo son un paso clave para el ministro de Economía, Sergio Massa, que aspira a ganar el balotaje presidencial contra Javier Milei el próximo 19 de noviembre, dado que es un paso más en la muestra de compromiso por parte del Gobierno en el cumplimiento del acuerdo que se firmó con el FMI.

“Hoy, lo relevante es atravesar la coyuntura sin ningún acontecimiento traumático. Por lo tanto, es importante realizar el pago en tiempo y forma, utilizando para eso una moneda aceptada por el FMI”, dice el economista Ricardo Aronskind. Así, opina que este paso “es una buena forma de utilizar la ampliación del Swap chino”.

Y es que, considera que, si bien la medida aumenta discretamente el endeudamiento, en este contexto, contribuye “a dar previsibilidad a la relación con las finanzas internacionales y desalentar a los especuladores locales y a políticos promotores del caos”. (DIB)