El intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi cercano al Gobernador y la de Quilmes, Mayra Mendoza, estrchísima de Máximo Kirchner, volvieron a pelear fuerte. Desde La Campora apuntaron otra vez contra Kicillof.
La interna en el PJ bonaerense sumó otro capítulo de alto voltaje esta semana: el intendente de Avellaneda rompió, a través de un edil que le responde, el bloque del oficialismo en el Concejo Deliberante de Quilmes luego de protagonizar un cruce con su intendenta, la camporista Mayra Mendoza, lo que a su vez volvió a disparar reproches de la organización que lidera Máximo Kirchner al gobernador Axel Kicillof.
El concejal que dejó la bancada de Unión por la Patria es Ariel Burtoli, un dirigente que ingresó a la lista de la intendenta Mendoza apadrinado por la CGT, pero que ahora responde a Ferraresi, uno de los intendentes cercanos a Kicillof y enfrentado con el cristinismo. Por nota formal, Burtoli informó el miércoles a Florencia Esteche, la presidenta del HCD quilmeño, que pasó a conformar una bancada unipersonal que se llama UxP-Peronismo Bonaerense, con lo que la fractura quedó consumada.
Para Mendoza es una señal de alerta: sigue controlando la mayoría en el Concejo, pero por menos margen: UxP quedó con 12 miembros, mientras que Juntos y LLA suman, juntas, 10 votos. El golpe, de todos modos, es simbólico: una estocada de Ferraresi en el corazón de su esquema de poder local. Los reproches llegaron enseguida y explícitamente incluyeron al Gobernador. “El intendente que recorre la provincia construyendo para el gobernador, otra vez rompe el bloque de concejales en un municipio peronista. Lanús y Quilmes, lugares donde el peronismo le ganó (Néstor) Grindetti y (Martiniano) Molina, intendentes de (Mauricio) Macri. Que la cuenten como quieran”, escribió en X el jefe del bloque de diputados provinciales de UP, Facundo Tignanelli, mano derecha de Kirchner en la Provincia.
La referencia del diputado se relaciona con una movida similar, previa, de Ferraresi, que también rompió el bloque de Concejales de UxP en Lanús, donde gobierna otro camporista, Julián Álvarez, que también viene de cruzar a Kicillof.
El detonante de la ruptura en Quilmes parece haber sido la controversia que se generó después de que el intendente de Avellaneda recorriera varios carenciados del distrito que gobierna Mendoza -La Matera y Villa Luján- junto a dirigentes locales, sin avisar ni tener en cuenta a laintedenta. Ese movimiento, que visibiliza déficits en un territorio ajeno, es considerado una “ruptura de códigos” en el peronismo. Mendoza se lo reprochó a Ferraresi, del que dijo que actuó como “un notero del La Nación +”. Pero también a Kicillof, a quien le dijo que “últimamente coincidimos en muy pocas cosas” y le pidió avanzar con obras en su distrito.
Ferraresi no respondió públicamente a las críticas, pero en su entorno dijeron a DIB que Cristina Kirchner estuvo recientemente en Avellaneda -en la Universidad local- sin avisar ni tener en cuenta al alcalde. Y en ese marco, resaltaron que Ferraresi no se quejó por eso, al tiempo que pidieron al resto de los integrantes del peronismo hacer lo mismo. (DIB) AL