Nunca debió salir a navegar
A un año y medio del trágico hundimiento del submarino ARA San Juan, las pruebas van tejiendo una hipótesis que explica que la nave estaba en pésimas condiciones para su uso y que, el gobierno nacional de Mauricio Macri estaba enterado.
A partir de la elaboración final del informe de la Comisión investigadora del Congreso, se determinó que –debido a las débiles condiciones en el que se encontraba- el submarino debía entrar cada 18 meses a dique seco para realizar una revisión general.
En noviembre de 2017, cuando desapareció sin dejar rastros a pocos kilómetros de la costa de Chubut, el ARA San juan llevaba 44 meses sin ningún tipo de revisión.
La información que se conoció de manera oficial, intensifica el reclamo de los familiares, ante lo que denuncian en contra del gobierno de Mauricio Macri, fue un acto de absoluta irresponsabilidad, que terminó costando la vida a cuarenta y cuatro submarinistas.
Según consta de un informe realizado por la propia Armada en diciembre de 2016, allí el inspector general Contraalmirante Guillermo Luis Lezana admitía que, para su seguridad, debía establecerse «de manera precautoria una limitación de 100 metros de profundidad en navegación». Eso tampoco se habría respetado en la última misión en el que el Ara San Juan se hundió con 44 tripulantes abordo.
Como si fuera poco, el informe que fue aprobado por ocho legisladores de la oposición y con el insólito voto en disidencia del oficialismo, también detalla un registro de averías y desperfectos en el submarino que nunca se arreglaron.
Según el índice de Calificación del Estado de Material (ICEM), ya en febrero de 2017 –es decir, a ocho meses de la tragedia- advertía sobre unas 40 averías registradas en distintos equipos y sistemas de la nave.