El rival de la tarjeta: el boom del crédito llega a los préstamos personales

Los bancos suman líneas apuntando a clientes que quieren refaccionar su hogar, cambiar el auto o hacer un viaje; lo que hay que mirar antes de elegir.

Los créditos son el producto financiero estrella de 2017. Como hacía años no sucedía, todas las líneas se reactivan detrás del estandarte que levantó el regreso de los hipotecarios.
Ayudan el descenso de la inflación, los primeros signos de recuperación económica y la percepción de estabilidad en las reglas de juego. En ese contexto, los créditos personales también se suben al podio de la demanda. «Hubo una aceleración en la colocación durante todo 2017, llegando al pico más alto en agosto. No sólo hay un crecimiento en la cantidad de créditos otorgados, sino también en el monto promedio de cada operación», evalúa de arranque Pedro Piñeiroa, jefe de productos préstamos personales del Banco Galicia.
«Estamos observando una evolución de crecimiento en el mercado financiero del 60% respecto de 2016 en préstamos personales», evalúa Gustavo Giráldez, gerente de Operaciones Financieras del Banco Meridian. «El promedio de los montos tomados es de entre $ 25.000 y $ 30.000 y el plazo promedio de vida de los préstamos es de entre 18 y 36 meses.»
Como en botica, hay oferta para distintos tipos de proyectos y clientes. Desde los más novedosos ajustados por UVA del Provincia y del Ciudad hasta los «clásicos», pero con tasas diferenciadas según el tipo de cliente y el canal a través del cual lo gestione: online o sucursal.
Para quienes tienen en mente sacar un crédito personal, LA NACION elaboró una guía con algunas de las alternativas que tienen los principales bancos, los ítems donde hay que poner la lupa para no pagar de más sin darse cuenta y los términos y condiciones que no se pueden desconocer.
Cuestión de tasas
Lo primero a saber es que estos créditos son a sola firma, es decir que no requieren garantías especiales (como en el caso de los hipotecarios o prendarios), y su otorgamiento está sujeto sólo a la evaluación crediticia que hace cada entidad.
El segundo dato: se consiguen plazos que en promedio son de cinco años (60 meses) para el repago de la deuda y montos máximos que en algunos casos llegan a $ 1 millón. El costo financiero total (CFT), que es el número que realmente hay que mirar más allá de la tasa de interés publicada y publicitada, ronda el 45% anual en el promedio del mercado.
No es un costo inocuo para el bolsillo, obviamente. Duplica la inflación proyectada, pero puede ser el pasaporte a ampliar o refaccionar la casa, a arrancar un proyecto profesional propio o a concretar un viaje. Incluso suelen ser muy útiles para «ordenar» y poner en caja deudas de tarjeta de crédito que se hayan salido de cauce y cuya tasa de interés sea mayor que la del crédito en cuestión.

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