El Ataque Cerebrovascular o ACV es una afección causada por la pérdida súbita de flujo sanguíneo cerebral o por el derrame de sangre dentro de la cabeza. Constituye la tercera causa de muerte y primera de discapacidad en adultos. En el marco de la conmemoración internacional, instituida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), desde la Secretaría de Salud Pública advierten que la hipertensión arterial, la diabetes, el colesterol alto, el sedentarismo y el uso de alcohol, tabaco y otras drogas son importantes factores de riesgo para la salud.
“La mayoría de los ataques cerebrales son prevenibles. Para ello es necesario realizar controles periódicos de salud, controlar la presión arterial, la diabetes y el colesterol. Tener un peso adecuado, mejorar la dieta y realizar actividad física aeróbica contribuyen también a reducir los riesgos. En este sentido, desde nuestros Centros de Atención Primaria promovemos charlas de buena alimentación y estilos de vida saludables”, sostuvo la secretaria Marcela Arias.
Recordó también que dentro del marco del Programa Nacional de Control del Tabaco (PNCT), Chascomús es uno de los cinco municipios que cuenta con programa de cesación tabáquica. El mismo se brinda en el CAPS del barrio 30 de mayo.
De acuerdo con la Sociedad Neurológica Argentina, el ACV o stroke es la manifestación de una repentina alteración en el flujo sanguíneo cerebral. Es una enfermedad frecuente: se estiman 40.000 casos nuevos por año en Argentina. Además, la frecuencia de ACV aumenta con la edad: después de los 55 años el riesgo de una persona de padecer un ACV se duplica cada 10 años.
Los síntomas más comunes de un ACV son: debilidad y/o alteración de la sensibilidad en la mitad del cuerpo o solo de la mitad de la cara, un brazo o una pierna. Problemas para ver, hablar y/o entender, confusión, dolor de cabeza, vértigo (sentir que todo gira), pérdida del equilibrio, dificultad para leer o escribir, etc. En ciertos casos la persona que sufre el ACV puede no darse cuenta de ello, por eso es importante asistir a quién repentinamente presenta un síntoma neurológico, llamando a la ambulancia para acudir a la guardia lo antes posible. Si bien estos síntomas pueden ser causados por otros trastornos, es necesario que sea el médico el que lo evalúe.
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