Los alambrados de Argentina por Jorge David Cuadrado – Argentina Mundo

 

Noticia de ARGENTINA FOLKLORE

El Dr. Jorge David Cuadrado, nacido en Villa Mercedes, Provincia de San Luis, Argentina, y que recibiera su título universitario en Córdoba, colabora desde Buenos Aires con Argentina Mundo http://www.argentinamundo.com. En la nota que nos ha enviado, habla de los alambrados que acotan los campos en la región pampeana, que se extiende por toda la provincia de Buenos Aires, casi completa la provincia de La Pampa y en grandes extensiones en las de Córdoba y Santa Fe. Su implantación tuvo mucho que ver con el tipo de explotación agrícola y ganadera que se difundió desde mediados del Siglo XIX

Alambrados del campo en Argentina
Por Jorge David Cuadrado
Abogado- Procurador y Técnico Superior en Administración Agraria

La tierra es una verdad incuestionable y como tal Argentina tiene el privilegio de estar entre los países más grandes del mundo. Recorriendo los campos se pueden ver como si siempre hubieran existido los alambrados, todos los conocemos por muy urbana que sea la persona pues son el resguardo de las vías férreas y rutas nacionales y provinciales.
Un inglés afincado en Argentina, Richard B. Newton, en 1845 mando a construir el primer alambrado, no sabemos de cuántas hectáreas, pues alambró una quinta, parque y jardín de su Estancia Santa María cerca de Chascomús, Provincia de Buenos Aires, por supuesto que de características muy diferentes a los actuales. Diez años más tarde en la misma pampa bonaerense, donde está ahora el Aeropuerto de Ezeiza, estaba la Estancia Los Remedios, que fue la primera que se alambró en todo su perímetro. Era su propietario Francisco Halbach. Me ha resultado muy grato saber que un nieto de Richard Newton, Cipriano Isidoro Newton (1879-1942) escribió muy a favor de las virtudes del gaucho argentino pues los conocía bien.

Libros escritos en Argentina sobre los alambrados
El Dr. Noel H. Sbarra publicó un libro en 1955 titulado Historia del Alambrado en La Argentina, tiene otras ediciones y es una maravillosa obra de un autor y persona virtuosa, una obra fundacional que ronda las cien páginas. No se ha escrito un libro que lo supere, por lo que ya es tiempo que de su condición de precursora se origine una gran obra que esperamos. Son muchos los que escriben sobre el tema en artículos y demás sin citar la obra, y es indignante que aparecen como historiadores algunos que de lejos se nota que solo ese libro leyeron.
En 1984 escribí un libro también que ronda las cien páginas titulado El Arte de Alambrar, Edición Ilustrada (2010) Buenos Aires, Editorial Hemisferio Sur, que es un manual que explica con detalles, acompañado de 64 gráficos, cómo se construyen los alambrados, el que todos conocemos, el clásico. Con los años me he dado cuenta que tiene la condición de testimonio de cómo se construyeron los alambrados en el Siglo XX.
Este libro también tiene el carácter de fundacional, vio la luz en el año 2007 y va perfilando en ser un clásico de los libros sobre los campos argentinos, pues es además simpático para las personas que les gusta la actividad agraria en general. El libro que se ha ido vendiendo uno por uno en las librerías, nunca tuvo la conducta consecuente de quien y/o quienes lo tienen como «la biblia» para enseñar. En fin, hay gente que tiene viveza para todo, sobre todo para hacer plata y hasta ganar bronces que o les corresponden. Me suele resultar grato ver a los citados libros juntos en algunos eventos, muestras o librerías.
«El Arte de Alambrar» en cada reimpresión y/o edición que se haga, solo tendrá cambios de detalles pues la obra no cambiara. Cristaliza así pues la escribí cuando tenía 19 años. No debe olvidarse que solo tiene alrededor de cien páginas, nada más, al igual que el del Dr. Sbarra que es un poquito más grande en tamaño.
¿Qué experiencia podría tener a mis 19 años, allá por 1984? La necesaria. Mi padre, Alfredo Omar Cuadrado, de muy chico trabajo en el campo. En su juventud como jockey llegó a ganar el Clásico de Río IV, en la Provincia de Córdoba, cuando se inauguró la fotografía share. En la familia mi abuelo paterno era propietario de caballos de carrera. Mi Papá fue en gran parte de su vida contratista alambrador, por eso estuve y pernocté  en sus campamentos criollos que llegaron a tener muchos hombres, algunos muy gauchos. Lo acompañe en un promedio de uno a dos meses por año, veranos e inviernos, entre los cuatro y veinte años de mi vida,  en estancias y campos del centro del país.
Cualquier puestero, domador o paisanos de acaballo ¿Qué inhibición podrían tener ante un niño como yo en medio del campo? Ninguna, se presentaban tal cual eran. Cuantas veces mi padre le decía al jinete que llegaba «Bájese» o «Venga paisano», invitándolo a la orilla del fogón. Ahí está el origen por el que soy escritor gauchesco, pues los conozco desde siempre. Aprendí mirando y haciendo, nadie me enseño, nadie me dio la idea de escribir el libro ni cómo hacerlo, es mérito de la crianza que tuve, de mis padres y de aquella Argentina.

Datos técnicos, historia y más datos sobre las alambradas pampeanas
La madera es importante en los alambrados porque forma parte del gusto de los campesinos en general. Un alambrado sin postes, varillas, esquineros de madera ¿Qué serían? Sin dudas un gallineroy estos no sirven para las vacas ni combinan bien con el paisaje. La madera tiene algo que es irremplazable para la humanidad en su esencia, hay algo misterioso en esto. El ecologista, como todo científico, debe respetar al hombre que está y ha sido formado en la naturaleza. De estas cosas tiene que hablar los que saben, no por tener en el balcón macetas con plantas o ver Discovery Chanel en la televisión, seremos expertos defensores de la naturaleza. En esto como en toda verdad debe estar lejos el  fundamentalismo, el fanatismo, la ignorancia y los intereses mezquinos. Argentina es un benefactor de la humanidad porque es productora de alimentos que han surgido de la agricultura y la ganadería y le debemos en gran parte a los alambrados esta producción.
La obra que han hecho los alambradores es colosal, es monumental y se puede ver. Escribí un artículo que se puede ver en Google titulado Alambrados y alambradores hace unos años, y acaso pueda completar este mismo artículo para el interesado. Del citado escrito se han extraído expresiones que forman parte de los considerandos de un proyecto de Ley Nacional para celebrar el día del alambrador en todo el país.
Antecedente de este proyecto es una resolución del Consejo Deliberante de Chascomús que instauró el 15 de Marzo como el «Dia del Alambrador» en homenaje a quien mandó a hacer el primer alambrado, a quien mencioné más arriba, Richard B. Newton, que nació precisamente el 15 de Marzo de 1801. Tuve el honor de ser invitado a disertar en el Museo Pampeano de dicha ciudad bonaerense y participar de todos los actos en la primera  edición del festejo en el año 2019. Recibí del Intendente un reconocimiento junto a otras personas invitadas en aquel Día del Alambrador.

Los Cuadrado, familia de españolas que nos llevan a Castilla La Vieja
Poco antes, en febrero 2019, había estado con mi padre en Villa Mercedes, San Luis, mi cuna natal. Él había sufrido problemas serios y desde el año anterior la salud no lo acompaño. En una mesita de jardín le acomodé las cosas para que cebara mate pues así lo quería hacer. Media pava de agua le puse pues dejaba el mate sobre la mesa y con gran esfuerzo levantaba la pava para cebar el criollo contenido de yerba que ahora es conocida en toda Europa y otras partes del mundo.
Por casi un mes todos los días me agasajó así ¡Bendito sea Dios verlo así! Parecía mentira cuando lo había visto tantas veces levantar vigas de quebrachos y postes con tanta facilidad. En esos momentos percibía sus últimas fuerzas. Aunque siempre fue delgado era muy fuerte, pura fibra. Era nieto de David Cuadrado, según tengo entendido de Castilla La Vieja. Lo mandaron al Caribe para luchar contra los norteamericanos en lo que fue la independencia de Cuba, finales del Siglo XIX. Más tarde terminó en campos cercanos a Villa Mercedes. Y fue por esa tierra sanluiceña que el 29 de septiembre del 2019 murió mi padre a los 84 años.

Ser alambrador, una tarea para la que hay que estar preparado
El alambrador debe trabajar tranquilo. La foto y la filmación no siempre benefician en público ni en privado la dignidad del alambrador. Donde reside y trabaja debe ser cuidada la tarea por el mismo alambrador y el responsable del campo o estancia. Los medios de comunicación deben ser cuidadosos con estas cosas. Cuando se los menciona, se los  agasaja, se les hace un reportaje, le dan premios y demás distinciones, éstas deben ser para el alambrador a quien se distingue, no al premiante que la entrega.
El alambrador no necesita de marketing, notas, competencias, ni festejos. Se expresa con su obra, con su trabajo. Es mucho lo que se puede hablar de ellos en toda Argentina pero que lo hagan los que sepan y tengan autoridad para ello. La intemperie y la distancia son factores duros para el alambrador, sobre todo si es pobre y precaria su situación. El Estado debe aclarar las cosas pues no es negro lo que es blanco.
Alambradores de verdad, amigos, compañeros, su trabajo es muy importante, hacen mucho por la patria, hacen mucho por el mundo, los abrazo. Como dice el viejo refrán «Firme como paso de alambrador» así he de seguir en pos de gente como ustedes. Estamos en la huella!

Jorge David Cuadrado