«En el momento se me cayó el mundo, pero estoy orgulloso»

Damián Salas

Si bien la eliminación en el 7° puesto de la mesa final del Mundial de Poker en Las Vegas lo golpeó, el chascomunense Damián sabe que hizo todo lo posible. «Estaba para más», se lamenta y se ilusiona con que «el poker siempre te da revancha».
Abrazado con su padre y de la mano con su señora, mientras recordaba a todos sus amigos de la vida y del poker -y sobre todo a sus tres hijos-, el Pampa , con la voz quebrada, dice: «Ven, yo soy chipleader. Por esto soy chipleader».
Qué poco le importaba en ese momento al profesional de Aconcagua Poker el bad beat que lo dejó afuera de la final del Main Event de la WSOP 2017: el lagunero estaba con quien más quería. Y por eso sólo ya se considera un ganador.
«Hice lo que podía con el stack que tenía, tuve la mano para volver al juego y bueno, me metieron ese veintipico por ciento de posibilidades», se lamenta el abogado de Chascomús ante la cámara de CodigoPoker.
«Así es el poker, mañana voy a estar mucho más contento. No estoy mal, pero tampoco feliz. Me sentía para más. También sé que soy un privilegiado porque hay muchos jugadores buenos que nunca van a estar acá por varianza y por eso es un privilegio para mí», explicó Salas mientras aún masticaba bronca por cómo se fue.
«Cuando pasó la mano ésa se me cayó el mundo, pero ya estoy bien y orgulloso de mi proceso. Salud, Latinoamérica; salud, Argentina, gracias por todo el apoyo. Le quiero agradecer especialmente a mi viejo, mi hermano, mi señora, mis tres hijos, mi amigo Pablo. Este torneo lo jugaron 7.221 jugadores, los mejores del mundo, así que si lo vemos desde esa óptica y perspectiva soy un gran privilegiado», terminó el primer nacional en meterse en la mesa final del Mundial de Poker.

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