Ivermectima: el medicamento que genera un gran debate por no estar autorizado para Covid-19

Cinco provincias recomendaron su uso para infecciones por coronavirus y para prevención, mientras que ni la Anmat ni el Ministerio de Salud le han dado el visto bueno.

El antiparasitario ivermectina ha vuelto a quedar en el ojo de la tormenta por su posible aplicación en infecciones por coronavirus. En esa línea, cinco provincias recomendaron su uso para tratamiento de pacientes con Covid-19 o para la prevención en el personal de salud, a pesar de que todavía este medicamento no fue aprobado por la Anmat para estos fines.

Los ministerios de Salud de las provincias de Corrientes, Misiones, Salta, Tucumán y La Pampa emitieron recomendaciones en algunos casos para uso como tratamiento y, en otros, para prevención o para ambos fines.

En tanto, entre los especialistas hay posiciones encontradas, ya que algunos sostienen que los estudios que se han realizado aún no son concluyentes sobre la aplicación de la ivermectina para el SARS-CoV-2. Lo cierto, es que al ser un medicamento de bajo costo, muchas personas lo compran por el rebote que el tema tiene en los medios, más allá de que aún no esté aprobado, y ahí radica el peligro.

La ivermectina es una droga antiparasitaria de amplio uso en medicina humana y veterinaria. Desde que comenzó la pandemia se realizaron en todo el mundo, incluyendo Argentina, estudios en dos líneas: como tratamiento para ver si disminuye la gravedad de la infección por coronavirus y la mortalidad, y como preventivo.

A nivel local, un grupo de investigadores liderados por los médicos Héctor Carvallo y Roberto Hirsch, realizaron un estudio entre el 1º de junio y el 15 de diciembre de 2020 con 162 personas trabajadoras de salud que recibieron ivermectina como profilaxis (indicación que se extendió a los contactos estrechos de dichos profesionales). “A la fecha no se registraron infecciones por Covid-19 en ninguno de los participantes”, se informó en un comunicado de prensa realizado por uno de los laboratorios que financió el estudio y produce la droga en Argentina.

Otro trabajo interdisciplinario, también llevado a cabo por investigadores argentinos, concluyó que la ivermectina reduce la carga viral en pacientes infectados con el coronavirus SARS-CoV-2 si se aplica en etapas tempranas de la infección (hasta cinco días desde el inicio de síntomas).

El estudio contempló a 45 pacientes que estaban en estadios tempranos (30 recibieron ivermectina y 15 placebo) y fue realizado por un consorcio público-privado conformado, entre otros, por representantes del Instituto de Investigaciones de Enfermedades Tropicales de la Universidad Nacional de Salta (IIET, UNSa), el Centro de Investigación Veterinaria de Tandil (CIVETAN, CONICET-UNCPBA-CICPBA), la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) y la Unidad de Virología y Epidemiología Molecular del Hospital Garrahan.

“Yo lo tomo”

El propio Roberto Hirsh, Jefe del Departamento de Enfermedades Infecciosas del Hospital Muñiz, expresó en una entrevista radial de forma contundente: “Lo recomiendo y lo tomo”. Con vehemencia, el especialista renegó acerca de que las discusiones no se den a nivel científico sino mediático, generando gran confusión en la población.

“No está autorizado para covid, pero si hace 20 años está para otras patologías”, remarcó, y subrayó que en el hospital Muñiz, donde trabaja y se realizó un estudio muchos médicos lo tomaron.

Asimismo, sobre la falta de autorización de este medicamento, dijo “hay un montón de cosas que están autorizadas, con idas y venidas”, y mencionó desde el plasma de convaleciente hasta el uso de barbijos.

No obstante, preció que “con evidencias parciales, en este momento hay más de 10 mil personas tratadas con ivermectina, por investigadores internacionales, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) está revisando a ver qué pasa para ver si la recomienda a nivel mundial”.

Sobre los presuntos efectos adversos que puede producir, el médico sostuvo: “No es peligroso porque salva vidas, lo que es peligroso es no usarlo porque salva vidas”.

Consultado sobre cómo lo prescribe a sus pacientes sin la autorización de la Anmat o del Ministerio de Salud de la Nación, Hirsh dijo que “yo lo doy bajo mi responsabilidad y el paciente firma el consentimiento, si le hace daño yo seré responsable del daño que le hace”.

Acerca de los efectos positivos, dijo que está probado que “baja la mortalidad” y que de haberse permitido su uso en el país “en vez de 45 mil pacientes hubieran muerto 15 mil”. En esa línea, afirmó: “Hay pruebas y contrapruebas que indican que la ivermectina sirve, si lo uso para prevenir piojos y sarna no me parece que lo esté poniendo en una toxicidad grave al paciente, yo no estoy usando un medicamento tóxico, que no está prohibido, no está propiciado”.

Con algo de optimismo a pesar de sus declaraciones apasionadas, Hirsh sostuvo que “la Anmat está realizando una revisión de los trabajos, que va lenta, y al final va a terminar aprobándola en poco tiempo”.

Sobre los costos, apuntó que “es un tratamiento muy barato en relación a otros medicamentos y otros tratamientos” ya que “al lado de otros que valen 300 mil pesos este vale 1.000 y esto juega en contra porque la gente va a la farmacia y toma por su cuenta y eso está mal”.    

Prudencia de la SADI

En la otra vereda, desde la Sociedad Argentina De Infectología (SADI) insisten en que “con la evidencia que tenemos hasta ahora no parece prudente aconsejar su uso salvo en el contexto de un estudio”.

Omar Sued, presidente de la entidad, sostuvo en declaraciones radiales “que no es cuestión de estar a favor o en contra, sino de utilizar medicamentos que estén verificados, que se hayan estudiado, que nos den la certeza de que se pueden usar sin riesgo”. Sobre las investigaciones en curso, Sued subrayó que “la información es limitada, se trata de estudios muy pequeñitos, estamos evaluando si tenemos que cambiar de opinión”.

De las pruebas con ivermectina para el SARS-CoV-2, Sued expresó que “cuando empezó la pandemia de covid se tomaron todos los medicamentos que había y se empezaron a probar in vitro contra este coronavirus, porque ya se sabe de antes, de otros virus, que algunos medicamentos antiparasitarios y algunos antibióticos pueden tener algún efecto porque muchos de estos medicamentos funcionan no sobre el virus directamente, sino sobre la célula infectada”. El titular de la SADI sí admitió que “en algunos cultivos celulares se vio que la ivermectina reducía la producción viral”, aunque añadió que “también lo hacen la hidroxicloroquina, la azitromicina, sin embargo estos medicamentos desde el punto de vista clínico no tuvieron efecto”.

Acerca de la preocupación que hay alrededor de esta medicación, señaló que “para la ivermectina las dosis que tendríamos que usar para que tenga un impacto son mucho más altas que las dosis para las cuales ahora está autorizada, entonces no sabemos qué tan seguro puede ser utilizar dosis de seis veces más de lo que se utiliza actualmente”, y concluyó: “Necesitamos ver los resultados y que se presente en la Amnat para que se apruebe su uso de emergencia”. (DIB) ACR