El primer ministro interino, Claude Joseph, confirmó la muerte del mandatario haitiano a manos de «individuos no identificados» que entraron a su vivienda. El crimen ocurrió apenas dos meses antes de las elecciones presidenciales y legislativas. El pasado 7 de febrero Moïse denunció que la oposición, con el apoyo de jueces, tramaban un golpe de Estado.
El presidente de Haití, Jovenel Moïse, fue asesinado en un ataque ocurrido esta madrugada en su casa. Un grupo de «individuos no identificados» entraron a la vivienda y dispararon contra él y su esposa, que resultó herida.
Según informó el primer ministro interino, Claude Joseph, a través de un comunicado, el asesinato se produjo en torno a la 1 de la madrugada -hora local- cuando la banda asaltó la casa de Moïse. El funcionario describió que algunos de los atacantes «hablaban inglés y español», cuando en Haití las lenguas más habladas son el francés y el creole local.
Joseph condenó el hecho y lo calificó de «odioso, inhumano y bárbaro». Además, llamó a la población «a la calma» y sostuvo que «la situación de seguridad del país está bajo control de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas».
«Confío en que la democracia y la República vencerán», aseveró Joseph.
Crisis política en Haití
El asesinato de Moïse se produce dos meses antes de las elecciones presidenciales y legislativas convocadas para el próximo 26 de septiembre, unos comicios en los que el presidente no podía ser candidato.
Moïse había convocado para la misma fecha un referéndum para aprobar una nueva Constitución, un proyecto que no contaba con el apoyo de la oposición ni de la comunidad internacional. La Carta Magna actual fue redactada en 1987, tras la caída de la dictadura de Duvalier, y declara que «toda consulta popular destinada a modificar la Constitución por referéndum está formalmente prohibida».
Además, estaba previsto que el primer ministro Joseph fuera sustituido esta semana tras tres meses en el cargo. En los últimos cuatro años el país tuvo siete primeros ministros.
Haití atraviesa una fuerte crisis política desde mediados de 2018 y vivió su momento más grave el pasado 7 de febrero, fecha en la que Moïse denunció que la oposición, con el apoyo de jueces, tramaban un golpe de Estado.
El mandatario gobernaba por decreto el país más pobre del continente americano, después de que las elecciones legislativas previstas para 2018 se retrasaran. El presidente se enfrentó a una fuerte oposición por parte de sectores que consideraban su mandato ilegítimo.
De forma paralela, Haití atraviesa una honda crisis de seguridad, que se ha agravado en especial desde comienzos de junio por luchas territoriales entre las bandas armadas que se disputan el control de los barrios más pobres de Puerto Príncipe.
(Fuente: Página 12)