Alejandro Víctor Manzanares es conocido en Río Gallegos como «Polo». Fue contador de la familia Kirchner y confesó haber participado del sistema de lavado de dinero que armó el fallecido Daniel Muñoz, quien obtuvo millones de dólares de manera ilícita producto de su condición de secretario privado de Néstor Kirchner.
En los fragmentos de sus declaraciones que Infobae pudo reconstruir a partir de diversas fuentes, Manzanares detalló los nombres de las sociedades que constituyó para blanquear dinero negro de Muñoz, enumeró las propiedades que adquirieron con la plata que llegaba en bolsos a Santa Cruz. Casas, farmacias, la firma San- Up y otras inversiones fueron incluidas por Manzanares entre las adquisiciones de Muñoz. También explicó cómo fue que por orden de Néstor Kirchner participó en la maniobra judicial que terminó con el cierre por parte del ex juez Norberto Oyarbide de la causa en la que se investigaba por enriquecimiento ilícito al matrimonio presidencial.
El contador que pidió ingresar al sistema de protección de Testigos e Imputados del Ministerio de Justicia, señaló que por los alquileres del hotel Los Sauces la familia Kirchner recibió entre 10 y 11 millones de dólares en blanco que pagó como alquiler el grupo empresario del fallecido Juan Carlos Relats. Las empresas de Relats, además de explotar hoteles eran contratistas de obra pública.
Explicó que luego de terminado el mandato presidencial de Cristina Fernández de Kirchner la familia Relats pidió cambiar los términos del contrato a lo que se opuso la actual senadora nacional. Y que producto del desacuerdo entre las partes se terminó por rescindir el contrato de alquiler, previo pago de una liquidación que se depositó en una cuenta de la sucesión de Néstor Kirchner. Manzanares señaló que la ex presidenta le ofreció otorgarle un Registro de la Propiedad Automotor como reconocimiento a sus tareas. Pero que ello no se concretó porque a Fernández de Kirchner no la convenció la idea de poner al frente del Registro a alguien que Muñoz le había recomendado a Manzanares. La condición indispensable para que Manzanares tuviera el Registro era que no apareciera su nombre.
Manzanares relató cómo pasó a buscar a Muñoz por el aeropuerto y lo acompañó a dejar bolsos con dinero hasta la casa de la madre de Néstor Kirchner en la calle 25 de mayo en Río Gallegos, la capital de Santa Cruz. Y que llevó -luego de un intento de robo en una de las casas donde se acumulaba el efectivo-a su propia vivienda unos 15 o 20 bolsos repletos de dólares y euros. Muñoz le dio las llaves de los candados de los bolsos. Dijo que contó los billetes y eran entre 20 y 30 millones que distribuyó en una caja de seguridad a nombre de su padre y en otros sitios.