La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) determinó que la empresa Uber tiene una deuda con el fisco en materia de tributos y cargas sociales por unos $358.700.000. Esto se desprende de una deuda de $147,4 millones de IVA y Ganancias y de $211,3 millones de impuestos a la seguridad social.
Los montos exigidos, que serán publicados el lunes en el Boletín Oficial, corresponden a los períodos fiscales 2016 y 2017. La decisión surgió de un trabajo en conjunto de fiscalización de dos dependencias de la AFIP: la Dirección General Impositiva (DGI) y la Dirección General de los Recursos de la Seguridad Social. «Se dispuso el cobro de impuestos nacionales por $147.493.678, producto de $67.042.581 del Impuesto a las Ganancias y $80.451.097 del IVA», detalló el organismo en el comunicado.
«Pese a haber desarrollado operaciones por cifras millonarias, se registra una ausencia total de declaraciones y pagos impositivos por parte del grupo. Al realizar un profundo análisis del movimiento de los fondos cobrados por los viajes en el país, se detectó que el dinero se transfirió en su totalidad al exterior a través de un complejo entramado societario internacional», precisó la AFIP.
Por su parte, la Dirección General de los Recursos de la Seguridad Social de la AFIP estableció que los choferes de Uber son empleados en relación de dependencia y no trabajadores independientes, como sostiene la empresa.
«La empresa determina las condiciones en que los choferes deben prestar el servicio a través de la aplicación; fija la tarifa y el recorrido; y, en base a las calificaciones del pasajero, puede ‘desconectar’ al chofer, quien, además, no cobra directamente, sino que es Uber quien le deposita la remuneración en una cuenta que debe tener a tal fin», relató el organismo.
Además, el organismo informó que a partir de la investigación realizada detectó la existencia de una compleja ingeniería de sociedades que conforman un conjunto económico en los términos de la ley de Contrato de Trabajo.