Los ecos de la elección todavía resuenan en Juntos por el Cambio, y a las primeras horas de pases de factura internos acompañados de un análisis de por qué se mejoró pero no alcanzó, le seguirán los días de la reconfiguración. En ese sentido, María Eugenia Vidal se mueve rápido y no quiere dejar resquicio para que se dude de su capacidad de conducción de la futura oposición bonaerense.
Reaccionó rápido ante la convocatoria apresurada de Jorge Macri de los intendentes del espacio, y encabezará ella ese convite mañana en La Plata. Mientras tanto, apura la definición de una mesa de conducción provincial de Juntos por el Cambio, en la que confluyan todos los sectores que forman la alianza y estén representados los intendentes y los legisladores del espacio.
“Tiene que ser una mesa de consenso donde se discuta todo, en igualdad de condiciones”, le dijo a La Tecla un funcionario provincial. En la mesa estarán, además de Vidal, su mano derecha Federico Salvai, el presidente de la UCR de la provincia de Buenos Aires (por el momento Daniel Salvador), los presidentes de los bloques en el Senado y en Diputados, Roberto Costa y Maximiliano Abad, respectivamente, y representantes de la Coalición Cívica como Andrés De Leo y Maricel Etchecoin. Además, como representantes del Congreso Nacional estarán el diputado Cristian Ritondo y el senador Esteban Bullrich.
También habrá jefes comunales. Los de la UCR los definirá ese partido de manera interna. Por el lado del PRO las sillas seguras son las de Jorge Macri, Néstor Grindetti, Julio Garro y Guillermo Montenegro, aunque no se descarta alguna más (que no saldría de Diego Valenzuela, Héctor Gay, Martín Yeza).
Hay quienes abren algún interrogante sobre la decisión que tome al respecto Jorge Macri. Desde su entorno han comenzado a marcar ciertas diferencias con el vidalismo, y fue el primero en advertir que “no hay post macrismo”. Sin embargo, más allá de sus aspiraciones futuras y del deseo en convertirse en el conductor provincial de Juntos por el Cambio, el intendente de Vicente López no será quien rompa Juntos por el Cambio, ni tampoco se pondrá en la vereda contraria a la de la actual Gobnernadora.
“Hace su juego y está bien, pero él no va a confrontar con María Eugenia”, dicen cerca de Vidal. Por lo pronto lo consideran una pieza clave en la mesa de apóstoles a la que le dan forma en calle 6, y en la que confían plenamente para sostener la unidad y “representar como corresponde el mandato de la gente, que nos puso como oposición con el cuarenta por ciento de los votos”, dicen en el vidalismo.