El acuerdo de Massa con la oposición: sesiones presenciales, PCR y voto digital

En Diputados se terminó de consensuar un protocolo para funcionar hasta el 3 de enero. El aborto y la ley de los 1000 días serán los primeros debates bajo la nueva modalidad

Este viernes, cerca de la medianoche, el presidente de la cámara de Diputados, Sergio Massa, y los jefes de los bloques parlamentarios del oficialismo y la oposición terminaron de acordar cómo se reactivará la presencialidad en los debates después del fin de semana largo. La primera prueba será la sesión preparatoria en la que se renovarán autoridades, el miércoles 9. La segunda será el debate del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo y el de los 1000 días. Podría ser una sesión histórica y la más larga del año: arrancará el jueves 10 y está previsto que se vote avanzado el 11. Incluso se habla de que podría superar las 24 hs.

Durante la semana que pasó, en Diputados se retiraron todas las pantallas que desde mayo ocuparon un lugar destacado en el recinto y que permitieron sesionar en forma remota durante el aislamiento social preventivo y obligatorio. El miércoles se volvieron a colocar notebooks en cada una de las 257 bancas de la cámara baja. De todos modos podría volver a instalarse al menos una tira de pantallas porque casi un tercio de los diputados y diputadas está en condiciones de solicitar su habilitación para sesionar y votar a la distancia. Para esos casos se renovará el protocolo de funcionamiento remoto durante lo que resta de la extensión de Ordinarias, es decir hasta el 3 de enero, y en los términos en que estuvo vigente hasta el lunes pasado.

Se avanzó en el nuevo protocolo a partir de la reunión de Labor Parlamentaria que se realizó en forma presencial en el Salón de Honor, con la participación de oficialistas y jefes de todos los bloques. En el encuentro del miércoles estuvieron Máximo Kirchner (Frente de Todos), Mario Negri (UCR-Juntos por el Cambio), Cristian Ritondo (PRO); Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica); Eduardo ‘Bali’ Bucca (Justicialista); Alejandro ‘Topo’ Rodríguez (Consenso Federal); José Luis Ramón (Unidad y Equidad), Luis Di Giacomo (Juntos Somos Río Negro), Nicolás del Caño (PTS-Frente de Izquierda); Romina del Plá (Frente de Izquierda y de los Trabajadores) y Felipe Alvarez (Acción Federal), entre otros.

Así, en el acta que pasó a la firma de todos ellos, se estableció el paso de las sesiones mixtas a las sesiones presenciales con excepciones, lo que significa que todos los diputados podrán estar en el recinto pero tanto los mayores de 60 años como quienes padezcan alguna enfermedad preexistente podrán solicitar sesionar en forma remota como se hizo durante los últimos siete meses. Quien a pesar de su situación personal quiera estar en el recinto podrá hacerlo.

La presencialidad fue un reclamo reiterado de la oposición que el oficialismo resistió hasta que acordaron sesiones mixtas con un tercio de los diputados en el recinto aunque sólo para tratar los temas más conflictivos como el Presupuesto 2021 y el aporte solidario o impuesto a las grandes fortunas. ¿Qué cambió? Que el presidente Alberto Fernández firmó un decreto para pasar de la ASPO a la DISPO, es decir del aislamiento al distanciamiento social. En el Senado, sin embargo, el kirchnerismo prorrogó el funcionamiento remoto hasta marzo.

 

En la cámara baja habrá condiciones que cumplir: la primera será que los diputados deberán realizarse un test rápido de PCR antes de cada sesión. Podrán hacerlo en forma particular o con el equipo médico del Congreso, según un acuerdo con el Ministerio de Salud. En este último caso el diputado o diputada deberá esperar seis horas el resultado aislado o aislada en su despacho.

La segunda condición será mantener el distanciamiento por lo que no podrá haber más de 120 diputados en simultáneo sentados en sus bancas, excepto en el momento de votar. La votación no dura más de 10 minutos y seguirá realizándose por VPN para unificar la modalidad entre quienes estén en el recinto y quienes sesionen desde sus domicilios.

En cambio, durante los debates, cada bloque tendrá a la mitad de sus integrantes sentados en sus bancas mientras que el resto seguirá la sesión por la señal Diputados TV, como espectadores, desde sus despachos. La presencialidad será rotativa, según la lista de oradores.

Las reuniones de comisión podrán continuar en forma remota pero los dictámenes ya no podrán firmarse en forma digital por lo que para que un proyecto quede habilitado para ser tratado en el recinto los legisladores deberán juntarse al menos una vez y firmar. También en este caso quienes estén en la categoría de ‘exceptuados’ podrán seguir firmando digitalmente. Por eso la firma del dictamen para el aborto y los 1000 días se postergó hasta el miércoles 9 día en que se cumplirá con ese trámite.

El 9 a las 19 tendrá lugar la reunión de Labor Parlamentaria para acordar tiempos, oradores y los detalles de la sesión en la que se buscará dar media sanción al proyecto de legalización del aborto, una iniciativa que propuso el presidente Alberto Fernández y que divide al Congreso no por bloques sino por convicciones frente al tema. Será un intenso y álgido intercambio, tal como el que tuvo lugar dos años atrás. La presencialidad bajaría la tensión y la conflictividad en caso de una votación reñida. El propio Papa Francisco mandó señales en los últimos días a través de diversas cartas. “¿Es justo eliminar una vida humana para resolver un problema?”, se preguntó en una de las misivas que pidió se hiciera pública.

A diferencia del debate del 2018, ahora gran parte de los integrantes del Poder Ejecutivo considera necesaria la ley para sacar de la clandestinidad a los abortos, evitar muertes y ofrecer desde el Estado una opción segura y gratuita. Del otro lado fueron fuertes los argumentos presentados en el plenario de comisiones que se realizó durante esta semana. Fueron debates intensos pero abreviados: el número de expositores se redujo de más de 600 a 70 y cada uno tuvo 7 minutos para expresarse.(Fuente:Infobae/ Por Analia Argento)