Histórico avance de la izquierda en Chile para cambiar la Constitución de Pinochet

Un revés para el oficialismo en las megaelecciones

Las candidaturas independientes, en su mayoría progresistas, concentran el 34% de los votos en el primer recuento de las elecciones de convencionales constituyentes. Fernando Atria, Constanza Schonhaut y Patricio Fernández, entre otros. 

Desde Santiago

 

Las candidaturas independientes, en su mayoría de izquierda, concentran el 34% de los votos, en el primer recuento de sufragios de las elecciones Convencionales Constituyentes, marcando un hito histórico en las “megaelecciones” de este sábado y domingo en Chile. En estos comicios se definíeron los 155 ciudadanos que discutirán y redactarán la Constitución que reemplazará a la 1980instaurada por la dictadura de Pinochet. Una Carta Magna autoritaria y que fomentó el neoliberalismo, afectando negativamente a la educación, salud pública y sistema de pensiones. También es relevante el triunfo del espacio de izquierda Frente Amplio, joven conglomerado de partidos nacido al alero del movimiento estudiantil de 2011.

Destaca, por ejemplo, el triunfo de Fernando Atria (12,58%), abogado constitucionalista que lleva décadas criticando la Carta Magna de 1980; el escritor y divulgador de la historia de Chile Jorge Baradit (4,97%) y la periodista Patricia Politzer (7,62%). Todos ellos por el distrito 10 de Santiago (abarcando comunas como Ñuñoa, Providencia y Santiago Centro). También es relevante la frenteamplista Constanza Schonhaut (Convergencia Social) (5,8%) y el periodista y fundador de The Clinic, Patricio Fernández (3,07%) por el Distrito 11. Por el distrito 14, también de Santiago, fue electo el abogado y exdiputado Renato Garin (Red Liberal), el actor y dirigente Ignacio Achurra (9,53%), Camila Musanta (Revolución Democrática) y Francisco Caamaño (8,37%) de la lista del pueblo. Por el distrito 12 una de las ganadoras fue Giovanna Grandón (5,79%), famosa por vestirse de Pikachu, el personaje de Pokemon que salía a las calles a bailar en prácticamente en todas las protestas. De todas formas también hay independientes de derecha como Teresa Marinovic (9,95%) con un discurso “antipolítico” que superó a históricos dirigentes de derecha, que de todas formas también fueron elegidos como Cristián Monckeberg de Renovación Nacional (4,59%) en el distrito 10.

Evidentemente, hay mucho que analizar. Cada distrito es un universo de candidatos con un número fijo de escaños que generan este tipo de contradicciones. De todas formas, las primeras cifras marcaban una derrota de proporciones para la derecha. Algo que también se estaba traduciendo en las otras tres elecciones —Gobernador, Alcalde y Concejal— que se vivieron este fin de semana en Santiago y que hasta el cierre de esta crónica están contabilizándose los votos.

El Frente Amplio, por ejemplo, logró dos triunfos importantes en las elecciones de gobernadores. Primero en Valparaíso con Rodrigo Mundaca obteniendo el 44,33%.. Por otro lado, el experimentado Claudio Orrego (Democracia Cristiana) pasaría a segunda vuelta junto a la frenteamplista Karina Oliva (Partido Comunes), tras obtener 23,72% y 22,58% respectivamente. En las alcaldías, los candidatos presidenciales Daniel Jadue (Partido Comunista) fue reelecto en Recoleta con 64% de votos. En Providencia, sucedió lo mismo con la derechista Evelyn Mathei (Unión Demócrata Independiente) con un 57,96% de los votos.

El futuro de Chile

Una vez contabilizado los votos, los constituyentes deberán tener lista una Constitución que será votada tentativamente en el primer semestre de 2022, en lo que se conocerá como Plebiscito de Salida.

Al mismo tiempo se efectuaron las elecciones de alcaldes, consejales y gobernadores Regionales. Esto último es un hito también ya que subtituyen a los Intendentes designados por el presidente y cuya reforma fue promulgada por el segundo gobierno de Michelle Bachelet

Más allá de problemas puntuales de organización, fue relativamente exitoso, aunque un poco lento: según cálculos del Servicio Electoral de Chile (SERVEL) el proceso tomaba en promedio cuatro minutos. Lo que si fue un problema fue el trasporte público sobre todo en las comunas con menos recursos lo que explicaría —en parte— la brecha entre Vitacura (41,3%) o Lo Barnechea (36,2%) contrastando con La Pintana (13,6%) o Cerro Navia (15,3%). Una situación que también se registró en regiones donde, aunque las distancias de traslado son menores, chocó con la garantía de la ministra de Transporte Gloria Hutt de que habría mayores frecuencias de buses (colectivos).

Todo esto en medio de una pandemia que no da tregua. Con 34.583 fallecidos y 6.230 nuevos casos según el Ministerio de Salud, los colegios y establecimientos donde se emitieron los votos contaron con alcohol gel y distanciamiento social, además del uso obligatorio de la mascarilla.

La gran oportunidad histórica

Este fue el momento donde los presidenciables aprovechan la cobertura de los medios para hacer declaraciones. Esta vez el tema fueron los insultos en directo de la candidata —y actual diputada humanista— Pamela Jiles al presidente Piñera a quien encaró, sin nombrarlo, de “conchadesumadre, asesino igual a Pinochet”. Además, aprovechó de llamar a los televidentes a que voten por su pareja, Pablo Maltés como gobernador, lo que podría ser multada por el Servel al hacer propaganda fuera de plazo.

El comunista Daniel Jadue, alcalde de Recoleta se desmarcó de Jiles, en un punto de prensa. “Tengo una opinión distinta de cómo se conduce el debate político. No es que sea blando con este gobierno. Todos me conocen: le he puesto una querella por el mal manejo de la pandemia, por cuasi delito de homicidio, es una dureza bastante importante. Pero me parece que lo cortés no quita lo valiente. El debate político tiene que darse en un marco de debate político y en las palabras que vi no vi ningún debate político ni una sola idea política y eso me llama la atención”.

Además, señaló que la diputada no es de izquierda ni de derecha y que mientras ella no defina “en que lado de la historia está”, sería difícil competir con ella ante unas eventuales primarias. “No conozco su proyecto y no sé dónde está ubicada. Tiene una contradicción un poco vital, porque es la primera humanista que es partidaria de la pena de muerte. Yo soy humanista y no soy partidario de la pena de muerte, entonces habría que conocer cuáles son sus propuestas”.

Por otro lado, Paula Narváez (PS), considerada una heredera de la expresidenta Michelle Bachelet (trabajaba con ella hasta hace unos meses en la ONU), reflexionó sobre el bajo apoyo a los candidatos de la oposición y al mismo tiempo la necesidad de definir nombres de consenso para competir contra la derecha. “Me parece que la manera de definir el candidato o candidata de la oposición tiene que ser a través de una primaria legal, esa es la manera de honrar nuestra democracia, hacer ese ejercicio, es importante hacerlo. Tenemos enemos que ser consistentes o sino la ciudadanía consideraría que todo esto es improvisable, cambiable y discrecional y creo que eso atenta contra las normas de la democracia”.

Sebastián Sichel, ex ministro de Desarrollo Social del gobierno de Piñera, que también está en campaña aunque asegura ser “independiente” y que acaba de sacar un libro titulado llamativamente “Sin privilegios”, ya que insiste en haber surgido desde “abajo” señaló que “No me pone contento una democracia en que solo vote la elite y no participen todos los chilenos”, además de sumarse a las críticas por la performance de Jiles: “Ayer vimos a una candidata que no solo ofendió, dijo garabatos y llamó a votar por su pareja, sino que además no cree en la democracia».

Unas elecciones en pandemia

Si bien este proceso ha estado dominado por la situación sanitaria y el confinamiento —recién esta semana Santiago y las principales ciudades del país pasaron a “Fase 2” que permite trasladarse sin necesidad de sacar un salvoconducto— también ha habido problemas de información. Temas como los escaños para pueblos originarios o las mismas propuestas de los candidatos con menos recursos, fueron invisibilidados por candidatos que podían pagar espacios en las radios, repartir volantes o invadir las calles con las “palomas”, como se llaman en Chile a los afiches gigantes con rostros sonrientes de los candidatos. La gran batalla se ha dado en las redes sociales donde al fin podrá comprobarse si lo que se discute en Twitter o difunde en Instagram tiene los mismos “likes” en los votos reales.

Pero también —y esto es quizá lo más importante del proceso— se podrá tener un mapa de los mundos que representan los 155 elegidos para redactar la Constitución, donde han postulado desde abogados constitucionalistas hasta escritores best seller, pasando por figuras de la TV o políticos experimentados. 

(Fuente: La Prensa)