Estiman que exportaciones agrícolas impulsarán actividad económica en 2019

Economía

El tercer año del mandato de Cambiemos fue caracterizado por la inestabilidad cambiaria que reinó durante la mayor parte del 2018 y que implicó que el tipo de cambio acumule en el año un suba cercana al 100%. Si bien las proyecciones para 2019 no son muy alentadoras en términos de recuperación del consumo y de actividad económica, la consultora Ecolatina estima que por la mayor competitividad cambiaria alcanzada este año y las perspectivas de una mayor cosecha agrícola, las perspectivas de exportaciones impulsarán la actividad económica.
Sin embargo, como la mejora de la competitividad cambiaria se da en paralelo con un incremento del costo de financiamiento y elevada incertidumbre, “la industria tardará en reaccionar al nuevo set de precios relativos y únicamente aquellos sectores que ya están insertos en mercados externos podrán beneficiarse rápidamente”, señala el informe privado.
Entre los factores positivos de una tenue recuperación, destaca un mayor crecimiento de Brasil (+2,5% i.a.) y el desarrollo de Vaca Muerta, que además de elevar la producción de shale gas y shale oil, “traccionará la industria pesada conexa a la actividad (aceros largos, maquinaria, etc.)”.
¿Qué sectores serán los ganadores y perdedores?
Para la consultora, la producción de “transables” (bienes y servicios que se comercializan internacionalmente) trepará 3% i.a. en 2019, “producto de una mayor competitividad cambiaria y expectativas de una buena cosecha gruesa”. No obstante, señala que como parte de la producción de transables se destina a abastecer la demanda interna, las condiciones favorables se acotan.
En este sentido, estima que excluyendo el agro, la producción del Sector Transable “se mantendrá estancada producto de un consumo debilitado y la retracción de la inversión”. De esta forma, afirma que la recuperación del resto del Sector Transable (sin contar al agro) “será parcial y acotada al primer semestre del año”.
En tanto, señala que los dos componentes de la demanda interna, consumo e inversión, no muestran perspectivas alentadoras de cara al próximo año. En primer lugar, sostiene que “el salario real seguirá mostrando caídas interanuales en la primera mitad del año, por lo que el consumo privado no se reactivará hasta el segundo semestre cuando el poder adquisitivo crezca en relación a este año”.

Agrega el año cerrará con una caída del salario real promedio de casi 2%, que acotará la recuperación del consumo privado. “Tampoco esperamos novedades positivas por el lado del consumo público: la necesidad de cumplir con el objetivo de equilibrio fiscal (a nivel nacional y provincial) acordado con el FMI será central para mitigar el riesgo de turbulencias en el frente externo”, afirma.

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